Brasil tiene 'saudades' de Dani Alves

Brasil echa de menos a Dani Alves

Brasil echa de menos a Dani Alves / AFP

Joaquim Piera

Dani Alves se pasó por el hotel de la Seleçao en Moscú las horas previas del encuentro contra Serbia, en el que Brasil venció por 2-0. En principio, era solo una visita de cortesía, pero su calado era muy profundo. La presencia de Alves fue muy celebrada, principalmente por el cuerpo técnico, con Tite a la cabeza. El lateral bahiano se sentó en un lado de la mesa, donde comió y compartió confidencias junto con Neymar y sus actuales compañeros en el PSG.

Casualidades, o no, horas después del fugaz contacto con Dani, Ney hacía su mejor partido en el Mundial, sin alimentar los millares memes creados en Brasil por sus aparatosas y reincidentes caídas, sin provocaciones y ni rifi-rafes innecesarios para evitar la tarjeta que le acarrearía un partido de suspensión, sin lambretas humillantes… fue un Neymar al servicio del juego colectivo.

Como pudo observarse en los partidos de octavos de final de la Champions contra el Real Madrid, Dani Alves, a sus 35 años, ya no ofrece las mismas prestaciones de aquel lateral que marcó una época en el Barcelona.

Un intocable para Tite

Para Tite, sin embargo, era un intocable, y uno de sus futbolistas de máxima confianza.  Aseguran que la confianza del técnico gaucho era de tal tamaño que si Alves estuviera en el Mundial y Brasil llegase a la final, le tenía reservado el brazalete rotativo para que pudiera, eventualmente, levantar el trofeo de campeón, como hizo Cafú en 2002, o Dunga en 1994.

El Mundial se terminó para el ex del Barça en mayor, en la final de la Copa francesa, ante el modestísimo Les Herbiers, cuando se produjo una desinserción del ligamento cruzado de la rodilla de derecha. No volverá a los terrenos de juegos hasta finales de este año.

Dani era la sombra de Neymar en la Seleçao, así como lo había sido desde su aterrizaje en el vestuario del Barça el verano de 2013, donde le hizo de puente con Leo Messi, o, esta temporada, cuando ambos se embarcaron en la aventura parisina-catarí.

De hecho, Ney pidió su fichaje y Alves frenó el acuerdo que ya tenía cerrado con el City de Guardiola. Quizás no hay otro futbolista capaz de frenar a los ataques de furia, alimentados por el infantilismo y la egolatría, que el ‘10’ canarinho ha padecido en la arrancada del Mundial. Es impensable que Ney insulte a Alves, como ocurrió con Thiago Silva durante el partido de Costa Rica.

Sin recambio para Alves

Del punto de vista deportivo, Brasil no tiene un recambio a la altura. Empezó Danilo (City), muy tímido en ataque, pero se lesionó en un glúteo. El contestado Fagner (Corinthians), que era la tercera opción para Tite, ha jugado contra Costa Rica y Serbia. No ha desentonado, pero en ataque es una nulidad.

Brasil carga todo su juego hacia la izquierda con Marcelo (o Filipe Luis), Coutinho y Neymar, mientras Willian (Douglas Costa está KO hasta una hipotética final) está aislado en el flanco diestro, muriendo de languidez. No recibe el balón, no tiene nadie que le doble por el exterior, y Paulinho, que es el interior derecho, juega con el retrovisor para ayudar a Casemiro en la contención. Sin Dani, Brasil es asimétricamente imperfecto y no hay vías de solución. Queda claro que el ex del Barça es insustituible en la Canarinha, al menos en este Mundial.