Pena máxima

Miki Soria

Miki Soria

No habían pasado ni cinco minutos de partido cuando un inocente penalti de Mapi León sobre Heath permitía a Rapinoe poner a Estados Unidos por delante. Como si fuera una repetición de la final de la Champions entre el Barça y el Olympique de Lyon, el favorito golpeaba a las primeas de cambio y sin casi despeinarse. Sin embargo esta vez el guión fue diferente y lo fue porque España sí supo aprovechar una de las primeras y pocas ocasiones que iba a tener para sorprender a la campeona del Mundo y a partir de ahí creyó en sus posibilidades.

120434

Mundial de Francia

1
2
Alineaciones
España
Paños; Corredera, Paredes, Mapi León, Leila; Vicky Losada (Nahikari, 32'), Virginia (Mariona, 83'), Patri Guijarro; Lucía García, Jenni Hermoso y Alexia (Falcón, 77')
Estados Unidos
Naeher; O'Hara, Dahlkemper, Sauerbrunn, Dunn; Lavelle (Horan, 88'), Ertz, Mewis; Heath, Alex Morgan (Lloyd, 85') y Rapinoe

Con las líneas bien juntas gracias al trivote planteado por Jorge Vilda y una presión adelantada liderada por una Lucía García espectacular, España forzó un error de entendimiento entre Naeher y Sauerbrunn en defensa y Jenni Hermoso no desaprovechó la ocasión para superar con un tiro preciso a la portera estadounidense.

El partido volvía a empezar y Estados Unidos, que ya se veía con todo encarrilado nada más empezar el partido, no supo reaccionar a la respuesta de una insolente y atrevida España, que a medida que iba avanzando el partido se encontraba cada vez mejor y metía en más apuros a las americanas. Las de Jill Ellis lo intentaron generando peligro por las bandas, pero la Roja fue cerrando cada vez mejor los laterales –Leila y Corredera ganaron muchos duelos individuales ante Heath y Rapinoe- y llegó al descanso sin sufrir sustos más allá de un par de centros peligrosos que no encontraron rematador.

Nada cambió en el inicio del segundo tiempo, en el que España siguió ganando los duelos individuales y manteniendo la intensidad necesaria para no verse sorprendida por Estados Unidos, que sin estar muy inspirada era capaz de sacar peligro de la nada. Dos tiros de Lavelle y Mewis fueron los intentos más peligrosos de Estados Unidos, mientras que Patri Guijarro tuvo la mejor ocasión de una España que tenía el partido donde quería, dejando los minutos pasar sin excesivo sufrimiento y consciente que eso podía ser una gran ventaja a la larga.

Sin embargo todo cambió en el 70’, cuando un penalti dudoso de Virginia sobre Lavelle permitió a Estados Unidos volver a ponerse por delante en el marcador sin casi merecerlo. España necesitaba lograr el más difícil todavía sin apenas tiempo y aunque encerró a Estados Unidos en su campo en alguna acción puntual, no logró obrar un nuevo milagro. Murió con las botas puestas y plantando cara a la campeona del mundo, que sufrió más de lo esperado para superar a una selección española que, pese a acabar con lágrimas en los ojos, sentó las bases para un futuro brillante.