Phil Neville asume la responsabilidad de todo un país

Suspiraban en Inglaterra por añadir otra estrella a su escudo en el Mundial disputado en Rusia el año pasado. Lejos queda el entorchado logrado por los británicos en 1966 ante la Alemania Federal. La siempre bulliciosa afición de las Islas incluso rescató el himno de la Euro 96. El ‘Football is coming home’ retronaba en cada plaza, en cada pub de Inglaterra, hasta las semifinales donde Croacia les apeó del sueño.

Ahora les toca a las chicas reverdecer ese viejo anhelo de los inventores del fútbol. Volver a reinar. Ya entre las cuatro mejores del torneo y con el pasaporte para Tokyo 2020 asegurado, las jugadoras entrenadas por Phil Neville se medirán al adversario más temido y temible, el tricampeón Estados Unidos. A pesar de ello, el seleccionador inglés no se amilana. Al contrario. Neville ve capaz a las suyas de lo mejor: “Si nos sale bien nuestro planteamiento –táctica y físicamente– y nuestras jugadoras juegan como mejor saben hacerlo, con confianza y fe, tenemos bastantes posibilidades de ganar este partido de fútbol. Pero tenemos que plantarles cara y superarlas”.

El rival es de órdago. Y el técnico lo reconoce. Pocas fisuras se encuentran en el combinado de Jill Ellis. “No hay muchas vulnerabilidades en Estados Unidos, pero a estas alturas, con las cuatro mejores selecciones del mundo, se puede hablar de un 0,5 o un 1% extra donde uno cree que obtendrá ventaja”, asevera Neville. La responsabilidad de todo un país recae sobre sus espaldas. Devolver el fútbol a sus creadores. “Es el partido que llevaba esperando mucho tiempo”, indicó el seleccionador.