Estados Unidos, rival de película en octavos para España

Rapinoe y Horan celebran el 0-1 ante las suecas

Rapinoe y Horan celebran el 0-1 ante las suecas / AFP

Jonathan Moreno

Sin suspense. Como esos largometrajes que captan la atención del espectador desde los créditos iniciales y le impiden pestañear. Un guión que no por visto deja de sorprender. ‘Blockbuster’ de manual dirigido con maestría desde el banquillo por Jill Ellis y que lleva camino de pisar la alfombra roja y recoger la más preciada estatuilla.

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Mundial Francia 2019

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2
Alineaciones
Suecia
Lindahl; Andersson, Ilestedt, Sembrant, Björn; Schough (Rolfö, 57'), Seger (Glas, 63'); Jakobsson, Asllani (Hurtig, 80'), Zigiotti; Blackstenius.
Estados Unidos
Naeher; O'Hara, Dahlkemper, Sauerbrunn, Dunn; Lavelle (Press, 63'), Horan, Mewis; Heath, Morgan (Lloyd, 46'), Rapinoe (Pugh, 83').

Estados Unidos desmontó el armario sueco para citarse con España en octavos de final. El lunes, día de San Juan a las 18:00 horas, las de Jorge Vilda intentarán pegar el gran ‘petardazo’ ante las vigentes campeonas mundiales y principales favoritas a revalidar título.

Fuego cruzado

En Normandía, las estadounidenses desembarcaron con furia, sin hacer prisioneros. Apenas tres minutos tardaron las ‘Barras y Estrellas’ en ponerse por delante en el marcador. Rapinoe sirvió un córner al primer palo. Sin malicia y manso. Fácil de despejar. Pero Zigiotti no acertó y Horan aprovechó el presente para meter la puntera y establecer el 0-1. 

Las estadounidenses metían miedo en el cuerpo a Suecia, muy imprecisas sacando el balón desde atrás y que sólo atemperaron sus nervios cuando Jakobsson entró en juego. La ‘10’ de las escandinavas aglutinó las aproximaciones de más incertidumbre, aunque no suficientes para incomodar a Naeher. La posesión y el fútbol era de las americanas pero sin desequilibrio.

Necesitó acudir a la pantalla del VAR la rusa Pustovoytova para conceder el 0-2 de Heath. Lloyd estaba en posición antirreglamentaria en el inicio de la jugada, aunque no intervino. La extremo derecho recogió el balón pegado a la línea de cal y su disparo los desvió lo suficiente Andersson como para despistar y superar por alto a Lindahl.

Otro gol psicológico que esta vez sí tuvo repercusión en la fría mentalidad de las escandinavas. Ahí se acabó el partido. Las estadounidenses bajaron el ritmo de juego, tocando y tocando de lado a lado para que el cronómetro les acabara dando la razón y el pasaporte a octavos.