Tuca Ferretti, el folclórico técnico que quiere evitar el Sextete del Bayern

La videoteca de los mejores momentos del Tuca Ferretti, que puede reunirse en internet, serviría para hacer un programa antológico. Sus berrinches, sus piques con otros entrenadores, sus batallas dialécticas con los periodistas en las ruedas de prensa dan un barniz folclórico al entrenador del Tigres, que este jueves disputará contra el Bayern (a las 19.00 CET) la final del Mundial de Clubes.

Sus salidas de tono, a veces perfectamente calculadas para sacar presión a sus jugadores, no enmascaran, sin embargo, su exitoso y mayúsculo trabajo al comando del equipo de Monterrey. En su segunda etapa en el banquillo, de los Felinos, que se inició en 2010, ya ha conquistado 10 títulos. Es la década de oro, como ya ha sido bautizada.

El domingo rompió el techo de los equipos de la Concacaf y, eliminando con justicia al Palmeiras (0-1), clasificó por primer ve a uno de sus representantes para una final del 'Mundialito'. Es un hito y ahora, desde Catar, pide al apoyo de "todos los hinchas mexicanos", porque "estamos representando todo el fútbol del país". El titánico reto que acepta encarar es impedir que el Bayern Munich firme un año perfecto, como hizo en su día el Barça de Pep Guardiola, y gane los seis títulos posibles.

Escuchándolo en las ruedas de prensa, con su perfecta dicción en la variante del español mexicano, nadie diría que Ricardo Ferretti de Oliveira es en realidad brasileño. Nació en Río de Janeiro, 66 años atrás, pero se afincó en el país azteca en 1977 para jugar en el Atlas. Y allí permaneció, como jugador hasta 1991 cuando colgó las botas para empezar su carrera de éxito como entrenador, donde se ha destacado por el buen trato por el balón que imprime a sus equipos.

El Tuca es el hermano menor de Fernando Ferretti, conocido como Ferretão, ídolo del Botafogo y artillero en el título de la Taça Brasil de 1968. En el club de la Estrella Solitaria también jugó el ahora técnico del Tigres, antes de pasar por el Vasco y el tradicional Bonsucesso antes de emprender su aventura mexicana.

"Ni se me pasa por la cabeza ir a entrenar a Brasil, porque allí no encontraré algo que me da el fútbol mexicano: continuidad", ha asegurado el técnico, que nunca ha sido despedido en las tres décadas que ha lleva dirigiendo equipos en el país azteca. Por méritos propios se ha ganado el apodo de ser el ' Alex Ferguson mexicano'.