El Tigres desactiva al Palmeiras y se mete en la final del 'Mundialito'

Los Felinos, en un partido muy serio, superaron tácticamente a un decepcionante y desconocido Verdao

El Tigres hace historia y se convierte en el primer mexicano que consigue, por fin, llegar a una final del Mundial

Gignac dio el triunfo al Tigres transformando un penalti

Gignac dio el triunfo al Tigres transformando un penalti / AFP

Joaquim Piera

Joaquim Piera

El Tigres hizo saltar la banca y eliminó con solvencia a un campeón de Libertadores sin chispa ni imaginación. Una sorpresa bien merecida y trabajada para los de Monterrey. Se impusieron 0-1, clasificándose incuestionablemente para la final del 'Mundialito'. Ahora, si no hay, una hecatombe bávara este lunes, se medirá el jueves al Bayern Munich, que busca su sextete en una temporada perfecta.

Palmeiras - Tigres (07/01/2021)

Mundial de Clubes FIFA

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Alineaciones
Palmeiras
Weverton; Marcos Rocha (Mayke71'), Luan, Gustavo Gómez, Viña; Danilo (Felipe Melo 56’), Ze Rafael (Patrick de Paula 56’), Gabriel Menino (Willian 61’), Raphael Veiga (Gustavo Scarpa 71'); Rony y Luiz Adriano
Tigres
Guzmán; Rodríguez, Reyes, Salcedo, Dueñas (Meza 84'); Quiñones (Fulgencio 86'), Rafael Carioca, Guido Pizarro, Javier Aquino (Sierra 90'); Carlos González y Gignac.

Sacudiéndose cualquier complejo de inferioridad, el equipo de Tuca Ferreira obtuvo un triunfo que reivindica el fútbol mexicano. La victoria contra el Palmeiras, que no había perdido una eliminatoria en toda la temporada, sitúa a los aztecas en un escenario hasta ahora desconocido. Tener la posibilidad de luchar por ser el mejor conjunto del planeta es el premio a un proyecto de larga duración.

El albiverde paulista, que siete días antes había tocado el cielo en la final de la Libertadores, nunca se encontró como equipo. Sucumbió lánguidamente, ofreciendo una imagen inesperadamente vulgar.

Weverton mantiene vivo al Palmeiras

Los Felinos pudieron poner la semifinal patas arriba ya de salida, cuando González, de un tremendo cabezazo, obligó a Weverton a sacar la manopla en un paradón descomunal. Solo se habían disputado tres minutos. La jugada fue el termómetro de lo que sería el primer tiempo.

El Palmeiras se recompuso del susto, se pidió la manija e intentó, sin éxito, romper el sistema defensivo compacto de los mexicanos con pases en profundidad. No consiguió encajar ninguno de ellos.

Por eso, el dominio territorial brasileño, no se tradujo en intimidación en el tercio definitivo, donde los partidos se deciden. Un escenario exactamente opuesto al del Tigres, que, siendo reactivo, pudo firmar las mejores opciones de gol. Por partida doble, Gignac probó los reflejos de un Weverton inmenso, primero en un lanzamiento cruzado envenenado (min. 33), y, después con un cabezazo (min 37).

El partido estaba para los de Tuca Ferretti, bien armados atrás, sabiendo explotar las debilidades defensivas del lado derecho palmeirense y recordando que tenía pólvora arriba. O Abel Ferreira aprovechaba el descanso para dar un revolcón táctico a su equipo, o quedaba a merced de los milagros de Weverton.

Gignac decidió

El Tigres se sintió fuerte y encerró el Palmeiras en un fulgurante inicio del segundo tiempo. Abrió el marcador en un penalti de libro de Luan sobre González. Gignac no falló desde los 11 metros. Era su gol 21 en 26 partidos esta temporada.

A remolque tácticamente y en el marcador, Abel Ferreira cambió los cuatro integrantes de la medular.  Los brasileños jugaron con mayor intensidad, mejorando la circulación del balón, pero, en ningún momento dieron la sensación que pudieran levantar el partido. Luiz Adriano, abandonado por sus compañeros, lo intentó pero, colectivamente, faltó mayor calidad en la definición. Ni la épica funcionó, con un desesperada subida de Weverton cuando fue a rematar un córner.

Los decepción del Palmeiras es máxima. El Mundial seguirá siendo un fruto prohibido. La derrota contra el Tigres no ensucia el éxito de la Libertadores, pero es un mazazo, que la torcida verde recordará durante mucho tiempo.  Y la disputa de la final de consolación es un castigo.