La ilusión contra el poderío serbio

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El favoritismo de Serbia contra la ilusión de Argentina. / sport.es

Albert Gracia

El tango argentino se mide al ‘rock and roll’ serbio. La raza infinita de Luis Scola, Facundo Campazzo y compañía contra el talento descomunal de los Jokic, Bogdanovic y Bjelica. A priori, la selección de Djordjevic parte como gran favorita tras demostrar ser una de las mejores selecciones de este Mundial. Aun así, primero deberá superar a una Argentina que a coraje y competitividad no le gana absolutamente nadie. 

El conjunto sudamericano ya no tiene la zurda de Ginobili, el carácter de Nocioni o la clase de Delfino pero todavía quedan jugadores capaces de darle un susto a cualquiera. Campazzo, Deck y Laprovittola son los alumnos aventajados de una selección que también cuenta con nombres más que interesantes como Garino o Delía. Todos ellos liderados por un Scola al que parece que los años no pasan factura. El histórico ala-pívot sigue siendo la referencia de su selección tras el adiós de Ginobili y está promediando buenos números en lo que llevamos de Mundial (17,4 puntos por partido). 

Esta Argentina llega invicta a los cuartos y no le teme a nada. Ni siquiera a la Serbia de Bogdanovic. “Estamos jugando muy bien. Ahora contra Serbia intentaremos lo mismo: imponer nuestro ritmo. No sé si es un sueño, pero me gustaría defender a (Bogdan) Bogdanovic. Siento que estoy preparado para hacerlo”, dijo Fjellerup. 

Un Bogdanovic estelar

La selección balcánica es una de las claras candidatas al título pese a sufrir un severo correctivo en el duelo ante España. Serbia parte como gran favorita para clasificarse para las semifinales y más viendo el extraordinario nivel con el que llega Bogdan Bogdanovic, autor de 26 puntos y 10 rebotes ante el cuadro de Scariolo. El alero será una de las bazas de Djordjevic, que quiere contar con un Jokic que terminó expulsado y desquiciado ante España. Ambos serán claves para derrotar a una selección argentina muy rocosa, con una gran defensa y un gran juego colectivo. Ambas buscan un hueco en semis.