Estados Unidos, 96 - Lituania, 68

Estados Unidos, a la final sin piedad

Estados Unidos es el primer finalista del Mundial de baloncesto después de una nueva exhibición contra Lituania en el Palau Sant Jordi

Sergio Vera

Un paso más. Coach K y el Team USA ya están en la final de Madrid. De nuevo volvieron a repetir guión. Un guión que deja con la miel en los labios a su rival antes del descanso para derrumbar cualquier esperanza con terceros cuartos demoledores. Lo hicieron ante Eslovenia y repitieron ante Lituania. Con otra victoria arrolladora se despidieron de Barcelona.

Lituania sabía cuál era el camino para resistir las embestidas norteamericanas. La orden estaba clara: cerrar el rebote defensivo y no conceder segundas oportunidades. Motiejunas y Valanciunas se encargaron de ello. En ataque optaron por atacar el bloqueo directo central y rápidamente llegaron las faltas personales del Team USA. Curry, Harden y Faried se irían al banco tras sus segundas faltas personales y Lituania consiguió sumar fácil desde el tiro libre. 

Lituania controlaba el inicio del partido y Estados Unidos tenía problemas para atacar sin poder lanzar esos contraataques mortíferos de los que tanto rendimiento sacan. Con la aparición de Klay Thompson - 14 puntos en la primera parte - y el control del rebote defensivo, el Team USA despertó y dio el primer tirón al electrónico (21-16 min.10).

KUZMINSKAS, APARICIÓN POR SORPRESA

A campo abierto y con espacios, Estados Unidos es letal y Lituania probó un poco de la receta norteamericana. El equipo de Kazlauskas comenzó a sufrir el poderío físico de su rival, cada vez costaba más anotar cerca de canasta, los tiros abiertos no entraban - 9/29 en tiros de campo al descanso - y las rotaciones de 'Coach K' no dejaban bajar el pistón a los suyos. 

Algunos, como Cousins, incluso estuvieron a punto de pasarse de la línea tras un rifirrafe subido de tono - amago de puñetazo - con Valanciunas que acabó con falta técnica para el pivot de los Sacramento Kings.

Y Lituania resistió. El héroe inesperado para los bálticos fue el alero de Unicaja Mindaugas Kuzminskas que firmó 12 puntos y 7 rebotes durante el segundo acto. Maniató a Harden en el poste bajo, hundió un par de balones cercanos al aro y castigó a la defensa norteamericana. De su anotación vivió Lituania que se fue al descanso soñando con la machada (43-35). 

HARDEN Y CINCO MINUTOS BASTAN

Una machada que no llegaría. Los norteamericanos hicieron que el sueño lituano se convirtiera en pesadilla en tan solo dos minutos. El tiempo que necesitaron para endosar un parcial de 10-0 con un Harden desatado - 16 puntos en este cuarto -. Kazlauskas pidió tiempo muerto pero ni aún así. Estados Unidos amplió el parcial a un mortífero 18-2 para poner el 61-37 en el ecuador del tercer acto. El partido estaba visto para sentencia y el Team USA aprovechó para gustarse y gustar al público de un Palau Sant Jordi prácticamente lleno.

Lituania fue diluyéndose poco a poco y la diferencia a falta de diez minutos ya era inalcanzable (76-49).

El último cuarto permitió a los lituanos guardar fuerzas para afrontar el partido de la lucha por el bronce ante el perdedor del Serbia-Francia. Estados Unidos aprovechó para despedirse de Barcelona por todo lo alto dejando claro que llegarán a Madrid con el objetivo de superar un último obstáculo en busca del oro.