España se apunta a la épica para meterse en la gran final... ¡tras dos prórrogas!

España celebró el pase a la final tras vencer a Australia

España celebró el pase a la final tras vencer a Australia / FIBA

Xavi Martínez Olivar

Xavi Martínez Olivar

La selección española escribió una nueva página histórica clasificándose para su segunda final de un Mundial 13 años después, tumbando a Australia tras dos prórrogas. Demostrando el carácter que tiene este equipo supo pelear con todo y contra todos. Con sus propios déficits como el rebote (20 ofensivos para los 'aussies') y contra una Australia, que se vio ganadora durante muchos minutos liderada por Patty Mills (34 puntos) y Nick Kay (16 y 11 rebotes).

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COPA DEL MUNDO

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88
Alineaciones
ESPAÑA
(22+10+19+20+15): Ricky Rubio (19), Rudy Fernández (2), Juancho Hernangómez (8), Víctor Claver (9) y Marc Gasol (33) -cinco titular-, Pau Ribas (7), Pierre Oriola (-), Willy Hernangómez (-) y Sergio Llull (17).
AUSTRALIA
(21+16+18+16+9+8): Patty Mills (34), Matthew Dellavedova (6), Joe Ingles (4), Aron Baynes (6) y Jock Landale (3) -quinteto inicial-, Andrew Bogut (12), Mitch Creek (2), Nic Kay (16) y Chris Goulding (5).

Pero hay una cosa que se llama la casta, la fe en la victoria hasta el último aliento, el compromiso. Y esta selección lo tiene grabado a fuego desde hace años y, esté quien esté, lo saca a relucir. La defensa solidaria, la entrega. Todo ello liderado por un Marc Gasol inmenso (33 puntos 6 rebotes y 4 asistencias), Ricky (19, 7 rebotes y 12 asistencias) o Llull (17 puntos). Pero, en definitiva todos fueron valientes. Son muy grandes.

Un esperanzador inicio de la mano de Ricky y Juancho (5-0 y 11-6) dio paso a la realidad. Y es que Australia supo ajustar su defensa, cerrarse bien en la zona e impedir el 'pick&roll' entre Ricky y Marc. A partir de aquí, el dinámico y duro conjunto australiano supo colapsar las ideas del equipo español. 

Con una velocidad de balón no deseada, los jugadores españoles usaron y abusaron del triple (4 de 17 en los primeros veinte minutos). A partir de aquí, Australia se hizo con las riendas del encuentro. No es que la defensa -se alternó individual con zona- fuera mala. Pero su déficit ofensivo le pasaba factura. 

Australia, generando a partir del jugador de los Spurs Patty Mills iba produciendo con paciencia a partir de su juego dentro-fuera con triples o especialmente surtiendo de balones a los interiores.

El partido se jugaba al ritmo que quería Australia un colectivo sólido, atlético y con calidad. En este escenario y pese a los constantes cambios de Scariolo, el conjunto español iba al remolque de manera evidente con respecto a su rival que llegó a tener una máxima renta de +8 (24-32 y 30-37 al descanso).

Era evidente que si quería cambiar aquel decorado, el conjunto hispano debía mostrar mucha más paciencia y agresividad en ataque y no perder la solidez atrás. En definitiva cambiar el guión de un choque muy trabado. Y en el caos la Australia de Mills tenía todas las ventajas.

En la reanudación un 37-40 tras triple de Marc se convirtió en un espejismo. De nuevo las dudas asaltaron al conjunto español en ataque con pérdidas,  tiros fáciles errados y sin forzar acciones en la pintura. Y eso Australia -que dominaba la batalla por el rebote- lo penalizó con Mills a la cabeza. Y de qué manera. Todas las alarmas saltaron con un 39-50 en el ecuador del tercer cuarto.

Tocaba apelar a la épica. España, pese a ese déficit en el rebote, apretó los dientes atrás y de la mano de Ricky en ataque  logró renacer y llegar viva al último cuarto (51-55).

Para entonces, la dureza australiana no hacía concesiones. Y España debía nadar contracorriente con otro claro déficit el rebote. Las buenas defensas quedaban penalizadas por el castigo del rebote ofensivo que hacían los 'aussies'. 

Si se quería cambiar aquello se tenía que ser tan duro como Australia, evitar la fluidez rival y ser mucho más dinámico en ataque. Tocaba echar el resto atrás y anotar en ataque. Marc Gasol se echó al equipo a las espaldas y España revivió (65-67 a 3'44"). Eso en un duelo con un arbitraje lamentable y desconcertante

Y España se apuntó de nuevo a la épica. Y logró lo que parecía imposible. Supo agigantarse atrás y se puso en manos del tándem Ricky-Marc en ataque. Y remontó hasta voltear el marcador con dos tiros libres de Marc a 8" del final (71-70). Mills, en la jugada siguiente sólo anotaba un tiro libre. Y sobre la boina Ricky intentó un triple imposible que a punto estuvo de entrar. La prórorga estaba servida..

Y a partir de aquí ssurgió el gen competitivo español. De ese equipo que sabe sufrir que puede con todo. Y se logró. Aunque hicieran falta dos prórrogas (80-80 al final de la primera). Porque se supo crecer en defensa,' ahogar' a los australianos con una zona mixta sobre Mills y todos sumaron en ataque. Australia acabó levantando bandera blanca ante el muro hispano. Este equipo es muy grande.