Bale baila al Kashima Antlers y mete al Real Madrid en la final

El Madrid ya está en la final del Mundial de Clubs

El Madrid ya está en la final del Mundial de Clubs / Perform

Lluís Payarols

Lluís Payarols

Sin forzar la máquina, el Real Madrid cumplió con su papel de favorito y tomó el billete para la final del Mundial de Clubs, donde le espera el Al Ain local. El partido acabó cuando Bale quiso, con un hat trick entre el minuto 44 y el 55, descubriendo las carencias de un Kashima Antlers que, a diferencia de hace dos años, no tuvo tiempo de ilusionarse.

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Mundial de Clubs

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Alineaciones
Kashima Antlers
Kwoun; Nishi (Anzai, 56'), Jung, Shoji, Yamamoto; Nagaki (Uchida, 46'), Leo Silva, Endo (Leandro, 81'), Abe; Serginho y Doi.
Real Madrid
Courtois; Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Marcelo; Marcos Llorente, Modric, Kroos; Lucas Vázquez (Isco, 68'), Bale (Marco Asensio, 60') (Casemiro, 74') y Benzema.

Y sí. Ganó cuando quiso. Cerró una exasperante primera mitad con una magistral pared entre Marcelo y Bale que coronó el galés con un chut ajustado a la cepa del poste. Tras el descanso, Gareth aprovechó un regalo anticipado de Navidad ofrecido por los tres reyes magos japoneses, Yamamoto, Jun y Kwoun y, dos minutos más tarde, volvió a convertir en oro un servicio de Marcelo. Poco después, Solari le retiró del campo. Como decía el madridista Mariano Rajoy, fin de la cita.

Con los japoneses hundidos por los torpedos de Bale, lo que quedó por delante fue coser y cantar. Un trámite a la espera de la final del sábado, donde los blancos sabrán si se quitan la escarapela de campeones del mundo de su camiseta o si la mantienen por tercer año consecutivo.

Chispazos japoneses

Con Isco en un banquillo que –cosas de la organización- parecía el metro en hora punta con todos los inscritos en él, el Real Madrid confió en imponer su dominio en algún momento. Enfrente, un Kashima Antlers aguantando la presión blanca y dejando detalles de calidad, pero sin apenas llegar a los dominios de Courtois.

Tan solo al principio metieron miedo, con un disparo cruzado de Serginho que el meta belga desvió a córner y el servicio del mismo saque de esquina de Endo al que no llegó a rematar el central Shoji. Mientras, el Madrid descubría el filón de la banda izquierda de su ataque, donde el endeble Nishi era un coladero perfecto para Marcelo y Bale. El galés avisó pronto y obligó al central Jung a sacarle con majeza un balón en el área.

La máquina blanca no encontraba los espacios para sorprender a Kwoun y no fue hasta el minuto 11 cuando Benzema disparó por primera vez entre los palos, sin molestar al portero nipón.  Los de Solari lo intentaron con todas sus gracias. Un remate de Sergio Ramos a servicio de falta por aquí, un control de Bale en el área por allá, pero sin lograr el objetivo.

El equipo japonés tocaba el balón con calidad e incluso apuntó con una llegada de Doi que Courtois, atento, desbarató. Pero fue un oasis. Un espejismo en el sueño japonés hasta que Bale puso en marcha el despertador. Para empezar, Modric le dio un balón que el galés combinó con Marcelo para que este le asistiera y batiera a Kwoun.

Salida en tromba

La grieta estaba abierta. Y tras el descanso, después de que el técnico japonés Go Oiwa moviera ficha cambiando a Uchida por Nagaki, el Real Madrid mató el choque. O más bien fue un ‘harakiri’. Shuto Yamamoto realizó una cesión horrenda, ante la aún peor salida de Kwoun. Jun, que pasaba por allí, intentó despejar, pero lo que hizo fue regalar al balón a Bale quien, como era de esperar, no desaprovechó el estropicio del Kashima.

Y cuando los japoneses aún se lamían las heridas del o-2, la sentencia. Marcelo conectó otra vez con el ‘expreso de Gales’… y hat trick redondeado. 0-3 y Solari que decidió sentar a Gareth como premio, pensando en la final del sábado.

Contratiempos y sustos

Quedaba media hora por delante para que el paseo blanco acabara, con los japoneses como pollos sin cabeza, buscando algún atisbo de reacción. Doi lo probó en un disparo que sacó fácil Courtois, mientras que Lucas Vázquez no aprovechó una asistencia de Benzema y chutó flojo a las manos de Kwoun.

Fue momento para los señalados Marco Asensio e Isco. Pero el primero de ellos, que entró por el inspirado Bale, solo aguantó 14 minutos en el campo. Una inoportuna lesión obligó a Solari a sustituir al balear, dando entrada a Casemiro. Este salió en la foto del único gol nipón. Servicio de Leo Silva a Endo quien, en posición correcta, cabeceó el balón a Doi, que esta vez sí que dio en la diana. El gol pasó por el VAR por las dudas sobre la posición de Endo, pero desde la cabina ratificaron que este estaba habilitado.

La historia del partido se había acabado hace mucho y, pese a que el Kashima quiso inquietar algo más, no pudo hacerlo. El Real Madrid ganó la partida con la ‘carta Bale’ y ahora buscara el título este sábado. Porque ganó cuando quiso.