Le dijeron que no podía jugar al fútbol y eliminó a River del Mundial de Clubes

La vida, así como el fútbol, siempre da revanchas y oportunidades para quienes no dejan perseverar por conseguir lo que se han propuesto en la vida. Y Caio Lucas Fernandes es un ejemplo de ello.

El brasileño de 24 años, anotó el gol del empate de su equipo, el Al Ain de Emiratos Árabes Unidos, en el tiempo regular por las semifinales del Mundial de Clubes, ante el campeón de la Libertadores, River Plate. En la tanda de penales los argentinos fueron eliminados.

Para Ferdandes, lo que dejó ayer en el campo tiene esa dosis de revancha pues, cuando aún era un adolescente y pese a desvivirse por ser futbolista profesional mientras se desempeñaba en las inferiores del San Pablo, el club paulista le cerró la puerta.

"Decían que no tenía tamaño para ser jugador, ya iba a trabajar de otra cosa", explicó en diálogo con Olé al referirse al tiempo en el que se fue a probar a Santos y Palmeiras.

El último intento fue cuando se presentó en una práctica de un colegio japonés a los 17 años. No solo encantó al entrenador con su juego, sino que éste le ofreció ir a probarse a un club nipón: "Con dos toques de pelota, me llevaron".

Tras pasar un tiempo en equipos amateurs, el Kashima Antlers -hoy deberá jugar ante el Real Madrid- se interesó por él y lo contrató en 2014.

Talento innato y un exquisito toque de balón sumado a sus gambetas y velocidad lo hacían una ficha valiosa en su equipo con el que ganó en 2015 la Copa J. League y en donde fue elegido como el Novato del Año.

En 2016, se mudó al Al Ain de Emiratos Árabes Unidos: "Hice una buena elección porque puedo ayudar más a mi familia", señaló al diario Marca, sobre su transferencia al conjunto en el que ya lleva más de 100 partidos y en donde conquistó la Liga Árabe del Golfo.

Caio, está en la mira del Porto por lo que si mantiene este nivel podría ser incorporado al conjunto portugués y jugar la fase final de la Champions League.