¡Lyles amenazó a Bolt y Shericka Jackson, a Florence Griffith!

Tras la eliminación de los cinco españoles en liza, la jornada del jueves de los Mundiales de Atletismo al aire libre de Eugene ha ofrecido dos espectaculares finales de 200 metros saldadas con sendas exhibiciones de Noah Lyles y de Shericka Jackson, quienes incluso se han atrevido a acercarse a dos de los récords mundiales más míticos de la historia del atletismo en poder nada más y nada menos que de Usain Bolt y de la desaparecida Florence Griffith.

Por orden cronológico y atendiendo a las dudas mostradas por la tricampeona olímpica Elaine Thomspon-Herah, la final femenina del doble hectómetro se presentaba como una batalla entre sus compatriotas Shelly-Ann Fraser-Pryce (oro en 100) y Shericka Jackson (plata) sin olvidar a la campeona hace tres años, la británica Dina Asher-Smith.

Como es habitual, el 'Cohete de Bolsillo' salió como una exhalación, pero Jackson ya la había igualado a la entrada en la recta y en los últimos 50 metros impuso su mayor resistencia a la caída de la velocidad para imponerse con una sensacional marca de 21.45 (10 centésimas por debajo de su marca personal lograda este mismo año).

De esta manera, la caribeña superaba en el ranking de todos los tiempos a Thompson-Herah (21.53) y se situaba segunda en el listado de todos los tiempos tan solo por detrás del controvertido mito Florence Griffith-Joyner y los 21.34 que estableció hace 34 años en los Juegos de Seúl.

¿Está en disposición Shericka Jackson de atacar esa estratosférica marca? A la vista de lo que ha ofrecido en Eugene, sin duda sí. Por cierto, que fue su primer gran oro individual (es la actual campeona olímpica de 4x100 y ya tenía sendos oros en los relevos corto y largo en Mundiales).

A sus 35 años, la mamá Shelly-Ann Fraser no pudo lograr el doblete y fue segunda con su mejor registro de la temporada (21.81), mientras que una feliz Asher-Smith cedió el título para colgarse el bronce con 22.02 por delante de una atleta con problema de hiperandrogenismo, Aminatou Seyni, de Niger (22.12). Las estadounidenses Steiner (quinta con 22.26) y Clark (sexta con 22.32) junto a Thomspon-Herah (séptima con 22.39) fueron las derrotadas.

La final masculina no le fue a la zaga con un protagonista de excepción, Noah Lyles. El estadounidense es un espectáculo en sí mismo y llegaba como gran favorito con una sideral marca personal de 19.50 (19.61 este año) pese a la oposición de su jovencísimo compatriota Erriyon Knighton (18 años y 19.49 este mismo año) y del tercero en discordia Kenneth Bednarek (19.68 y 19.84).

La carrera tuvo menos historia que la femenina, ya que Lyles salió como una exhalación con el firme objetivo de no dar el más mínimo resquicio para impedir lo que sucedió en los pasados Juegos, cuando cedió ante el canadiense Andre de Grasse y ante Bednarek.

Lyles defendió el título que había logrado hace tres años con una actuación descomunal y detuvo el crono en 19.31 para superar en el ranking histórico al referido Knighton y a su mítico compatriota Michael Johnson (19.32). Por delante solo le quedan los jamaicanos Usain Bolt (19.19) y Yohan Blake (19.26).

La pregunta se repite. ¿Puede amenazar aún más la plusmarca del 'Relámpago' jamaicano? La respuesta es la misma. ¡Sí! Al igual que en el hectómetro, hubo triplete estadounidense con la plata de un Bednarek que compite a las mil maravillas (19.77) y un bronce para Knighton en su primera gran medalla (19.80). El potente liberiano Fainbulleh casi frustras el triplete con 19.84 y el dominicano Ogando volvió a bajar de 20 segundos (19.93).