EEUU da el relevo a Jamaica

Noah Lyles celebrando el oro en Doha

Noah Lyles celebrando el oro en Doha / EFE

Albert Gracia

Sencillamente brutal. Con una superioridad insultante, como ya lo hicieran BlakeUsain Bolt y compañía. Coleman, Lyles, Gatlin y Rodgers se han encargado de relevar a esa Jamaica invencible con un póker de velocistas que quieren marcar una época. La juventud de Coleman y Lyles conjuntándose con la experiencia y la veteranía del ‘viejo rockero’ Gatlin. Habían otras grandes como Gran Bretaña, que fue segunda (37.38), o Japón, que fue tercera (37.36), pero a Estados Unidos le importó bien poco. Coleman machacó en la primera posta, Gatlin abrió camino en la segunda, Rodgers se estancó en la tercera tras el relevo del veterano y Lyles voló en la última para despejar cualquier fantasma (37.10). 

El hombre de los 200 cabalgó hacia la victoria sin ningún tipo de piedad y certificó lo que todos estaban esperando: récord mundial del año y récord de los Estados Unidos. Nadie había corrido tanto en este 4x100 y ahora habrá que ver si son capaces de ir a por aquella Jamaica de 2012. El reto es mayúsculo pero vienen pisando fuerte. En el femenino, Jamaica volvió a arrasar y se hizo con el oro (41.44). Gran Bretaña fue segunda (41.85) y Estados Unidos fue tercera (42.10). 

Sin opciones Con nombres como Rojas, Ibargüen o Ricketts se antojaba difícil poder aspirar a las medallas. Ana Peleteiro lo sabía pero luchó hasta el final. Compitió hasta donde pudo pero se tuvo que conformar con la sexta posición (14.47), la segunda mejor actuación de un español en Doha por detrás de Ortega. Aun así, lo cierto es que en ningún momento pareció tener opciones de poder luchar por los metales. Rojas puso la directa desde un principio con ese segundo salto brutal: 15.37 metros. De hecho, la venezolana fue la única que fue capaz de superar la barrera de los 15 metros y se quedó sola compitiendo contra sí misma. Entre las mortales, el tercer salto de Ricketts (14.92 metros) la catapultó hacia la plata. Un metal que tampoco peligró pese a la presencia de Ibargüen, que tan solo pudo hacerse con el bronce (14.73). Tras la prueba, Peleteiro tenía sensaciones agridulces: “Es un buen puesto pero me quedo con un sabor agridulce. He intentado dar lo mejor de mí. La temporada tan larga me ha pasado factura”.  

No hubo final para el 4x400 No había demasiadas esperanzas pero las sensaciones no fueron buenas. Y es que en el primer relevo España ya se había quedado sin opciones de poder luchar por acceder a la final. Husillos, la primera posta, entregó último, descolgado, a Samuel García y el cuarteto sólo pudo eludir, al menos, el último puesto con la última carrera de Echeverry. No pudo ser.