Atletismo

Usain Bolt deja un vació insustituíble

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Usain Bolt, el mejor atleta de la historia ha cerrado una era dorada / AFP

Carlos R. Galindo

Carlos R. Galindo

Usain Bolt no tuvo la despedida que se merecía. En eso, estamos todos de acuerdo. ¿Por qué no se retiró tras los Juegos de Río, con tres nuevas medallas de oro que añadir a su interminable colección? Al jamaicano quizá le sobrevino la ceguera de las grandes estrellas, esto es, una suerte de empoderamiento que no permite visibilizar el mundo con la suficiente claridad. Es muy típico en quienes viven en una burbuja. Usain sabe que es el mejor, sabe que es leyenda y sabe que habría sido imbatible... a poco que se hubiera preparado a conciencia. Pero no lo hizo. Y lo pagó muy caro. La pregunta que todo el mundo se hace es, ¿y después de Bolt, qué?

No hay respuesta. Sustituir ese hueco será imposible. Se habló de Van Niekerk pero el sudafricano no tiene sangre, ni carisma, ni conexión... No pega ni con cola. Es un gradísimo atleta. Pero no un número uno.Y punto. Pero con eso, no basta. En esa tesitura, este pasado sábado se cerró una página de la historia y cerrada quedará por mucho tiempo. El atletismo todavía no se ha recuperado de los escándalos de dopaje y corrupción. Ahora trata desesperadamente de cautivar al público, una labor que no se hizo durante años por la ceguera –ésta sí, palmaria– de toda esa ristra de dirigentes apegados a las viejas costumbres desconocedores de que el mundo había cambiado el paso. El deporte rey de los Juegos está en crisis desde que se murió, Primo Nebiolo. La presidencia de Lamine Diack se podría arrojar enterita a la basura y nadie lo lamentaria.  

La marcha de Bolt deja al atletismo desnudo ante el espejo. Es hora de mirarse los colgajos y no ruborizarse. Toca sacar partido de lo que hay. El jamaicano ha sido el atleta con más talento de la historia, el hombre más veloz del planeta (9.58 en 100 y 19.19 en 200 m.) y el único capaz de levantar a las multitudes de sus asientos. Nadie como él. Un número uno dentro y fuera de las pistas. Un showman, el deportista más carismático del universo. Todo eso y mucho más. Pero resulta que Bolt se ha ído y todo parece indicar que no volverá-

Su despedida en Londres es, quizá, la única mácula de su carrera deportiva. Insisto, se merecía algo más... “Siento que se haya lesionado. Sigue siendo el mejor del mundo”, afirmó el estadounidense Justin Gatlin, aludiendo a la última carrera de Bolt. Sebastian Coe, presidente de la IAAF, recalcó: “No habrá otro Bolt en un futuro cercano”. El atletismo ya le llora pero no es el momento de lamerse las heridas. Toca reaccionar.