Taylor repite victoria en Daytona, ahora sin Alonso

Van der Zande, Kobayashi, Briscoe y Dixon se turnaron al volante del Cadillac nº10, ganador en Daytona

Van der Zande, Kobayashi, Briscoe y Dixon se turnaron al volante del Cadillac nº10, ganador en Daytona / EFE

Sport.es

El Cadillac número 10 del Wayne Taylor Racing, el mismo con el que Fernando Alonso ganó las 24 Horas de Daytona en 2019, revalidó la victoria en la mítica prueba del IMSA, ahora con Renger van der Zande, Kamui Kobayashi, Ryan Briscoe y Scott Dixon. Además, el cuarteto batió el récord histórico de la prueba al dar 833 vueltas al trazado.

Pese a que el equipo no dominó durante el conjunto de la carrera sí lo hizo Kobayashi en el esprint final cuando  obtuvo una cómoda ventaja de más de 1 minuto respecto a su rival más inmediato. El segundo y tercer puesto fueron para el equipo Mazda Team Joest y Mustang Sampling Racing con el británico Oliver Jarvis y el francés Lois Duval en el último relevo, que no pudieron batir la carrera prácticamente perfecta del Cadillac y entraron a la línea de meta con 1:05 y 1:25 de diferencia, respectivamente.

Por su parte, el colombiano Juan Pablo Montoya, que corría para el Acura Team Penske, se tuvo que conformar con un cuarto puesto después de haber salido en la primera línea de la parrilla de salida. Su compatriota Juan Piedrahita y el brasileño Matheus Leist, del JDC-Miller MotorSports, acabaron en la quinta posición.

El español Antonio García (Corvette Racing) no tuvo suerte en esta primera carrera del año del calendario de resistencia al terminar quinto de la categoría GTLM, en la que BMW Team ganó y el Porsche GT Team fue segundo.

Esta fue la categoría más emocionante, ya que se decidió en las últimas vueltas tras una batalla mano a mano entre el BMW de Jesse Krohn y el Porsche de Earl Bamber.

En la categoría LMP2 el ganador fue el equipo Dragon Speed USA y en la GTD fue el italiano Andre Caldalleri, de Paul Miller Racing y su Lamborghini Huracan GT3.

Fue una carrera sin apenas incidencias, aunque la bandera amarilla del coche de seguridad se izó hasta en cuatro ocasiones por choques leves y problemas mecánicos en la pista.

Alex Riberas, que competía en la categoría GTD, fue uno de los grandes desafortunados de la competición, cuando en una de las curvas previas a la recta de meta recibió un golpe por parte uno de los Lamborghini. El capó de su Aston Martin se desprendió por el choque y, aunque el joven piloto salió ileso del incidente, no pudo continuar en carrera tras completó 151 vueltas en las primeras seis horas.

Los problemas mecánicos en el Lamborghini Huracán 11 condenaron al equipo de Albert Costa, que finalmente acabó 14º, 33º total. 

El coche de seguridad volvería a ser el centro de atención cuando a cuatro horas de terminar la prueba el Lamborghini del único equipo compuesto únicamente por mujeres, GEAR Racing, fue remolcado fuera del circuito después de que el motor se incendiara en medio de la pista mientras la danesa Christina Nielsen lo manejaba.