Mazda presenta el CX-30 en Ginebra, el SUV que abrazará la hibridación

Mazda ha aprovechado el Salón de Ginebra para presentar el CX-30, un SUV a medio camino entre el CX-3, su todocamino compacto, y el CX-5, el más grande de su oferta. Con un vehículo continuista en términos de diseño, la firma de Hiroshima seguirá apostando por sus motores gasolina y diésel Skyactiv e introducirá también su motor más eficiente el Skyactiv-X (gasolina) más adelante. Además, los bloques de gasolina se asociarán a un sistema de hibridación suave de 24 voltios que apoyará al propulsor en el arranque y en situaciones puntuales.

Estéticamente, Mazda sigue apostando por su diseño Kodo para crear un vehículo sobrio y atractivo, con líneas muy fluidas a lo largo de su silueta que juegan con la luz y su color para crear sensación de movimiento. En el exterior se observan muchos de los elementos característicos de la marca, como su parrilla, de la cual salen los grupos ópticos, más afilados tanto delante como detrás que en otros modelos.

El interior tiene más de CX-5 que de CX-3 pero, de nuevo, mantiene la esencia de Mazda, que conforma un habitáculo muy ordenado, con todos los controles cerca del conductor y sin grandes alardes tecnológicos a la vista, aunque no renunciará a lo último en conectividad y seguridad, dejando el sistema de infoentretenimiento para una pantalla sobre la consola central y manteniendo un cuadro de instrumentos analógico. El CX-30 llega con un nuevo volante multifunción muy parecido a los actuales de la gama SUV. Según la marca, su maletero ofrecerá 430 litros de capacidad

Mecánicamente, la firma japonesa no ha dado muchos detalles más allá de que habrá versiones con el motor Skyactiv-G (gasolina), con el Skyactiv-D (diésel) y con el Skyactiv-X, un bloque de gasolina más eficiente con un sistema de encendido por chispa y compresión. En los gasolina, Mazda sí ha revelado que se incorporará un sistea de hibridación ligera a partir de un circuito de 24 voltios