La dulce revancha de Latvala

En noviembre del pasado año Jari-Matti Latvala se enteró de que estaba en el paro. Volkswagen anunció por sorpresa y de forma inminente su adiós al Mundial de rallies después de encadenar los últimos cuatro títulos de marcas y pilotos. Dejó sin equipo a su flamante campeón, el francés Sebastien Ogier, a Latvala y al noruego Andreas Mikkelsen, el único de los tres que no ha conseguido recolocarse.

El ex campeón finlandés Tommi Makinen, al que Totoya puso al frente del equipo técnico para preparar el regreso al Mundial 18 años después, con el nuevo Yaris WRC, no perdió la ocasión para 'repescar' a su compatriota. Toyota no ganaba una prueba del campeonato del mundo desde China 1999, con Didier Auriol, y Latvala no lo hacía desde México, en marzo de 2016. En su caso, casi un año de sequía.

En diciembre cuando comenzó los test con el Yaris, ni la cúpula japonesa, ni Makinen, ni tampoco Latvala, podían imaginar en febrero ya llevarían dos podios, un triunfo y que serían líderes del Mundial. "Pero el sueño se ha cumplido y ahora hay que ir a por todas, a tratar de ganar el campeonato", aseguraba el domingo un eufórico Latvala, junto a su fiel copiloto Miikka Anttila. "Es magnífico. Nuevo equipo, nuevo coche, segundo rally y lo hemos ganado", añadía.

Claro que si en algún Rally podía destacar Latvala era en Suecia. En 2008 ya se convirtió aquí en el piloto más joven de la historia en ganar un rally del WRC, con solo 22 años y al volante de un Ford Focus. En 2012 repitió victoria con un Ford Fiesta, en 2014 con un Volkswagen Polo y este año lo ha hecho con el Toyota Yaris.

El escandinavo se ha posicionado ahora como nuevo líder del Mundial 2017 con 48 puntos, cuatro más que Ogier, que todavía está en fase de adaptación al Ford Fiesta WRC. A sus 31, Latvala es el piloto más veterano del circuito. Sabe que está ante su gran oportunidad. Y piensa aferrarse a ella. El Rally de México, el 9 de marzo, un escenario radicalmente opuesto al de Suecia, volverá a ponerle a prueba.