Mercedes-Benz Clase B

Prueba del Mercedes-Benz Clase B, el compacto familiar más avanzado

Probamos el Clase B, un compacto familiar muy versátil con un arsenal tecnológico a disposición del conductor.

Mercedes-Benz Clase B.

Mercedes-Benz Clase B. / DAIMLER

Àlex Soler

Àlex Soler

En 2018, Mercedes-Benz actualizó completamente sus dos compactos, el Clase A y el Clase B, con retoques estéticos que afinaban su diseño y una puesta a punto tecnológica que les ponía entre los coches más avanzados del mundo en este aspecto. El nuevo Clase B, el compacto familiar de la marca, llegaba a finales de año con cambios relevantes tanto por dentro, como por fuera.

Con una silueta 2,6 centímetros más larga y una distancia entre ejes también incrementada en tres centímetros, el nuevo Clase B destaca en su diseño por unos grupos ópricos más finos y afilados tanto en el frontal como en la trasera. Manteniendo un perfil menos deportivo que el Clase A, se nota la influencia del mismo, que llegó primero, en su diseño. Aunque las formas generales del vehículo se mantienen, estos ligeros retoques, también son nuevos los paragolpes, le aportan una estética más atractiva. De paso, los ingenieros de la firma alemana han conseguido rebajar su coeficiente aerodinámico hasta 0,24.

Aunque por fuera mejora, es en el interior donde el nuevo Clase B sorprende. El diseño del habitáculo es totalmente distinto y, siguiendo lo visto en modelos como, por ejemplo, el Clase A, el Clase E o el mismísimo Clase S, apuesta por un salpicadero ocupado por, en la unidad probada, dos pantallas de 10,5 pulgadas que hacen las funciones del cuadro de instrumentos y del sistema de infoentretenimiento. Asimismo, se han rediseñado las salidas de aire, los controles de la consola central y el volante.

En general, es un interior mucho más atractivo y tecnológico. De hecho, en la tecnología es donde destaca por encima de otros rivales de segmento. El sistema MBUX de Mercedes-Benz es realmente un gran acompañante. Es rápido, intuitivo y muy fácil de usar. Además, el sistema de comandos por voz 'Hola Mercedes' funciona muy bien y, aunque se le podrían pedir más funciones, es curioso decirle "tengo frío" y que automáticamente suba la calefacción. El sistema se gestiona mediante la pantalla táctil, los controles de la consola central o desde el volante. 

En términos de confort, tiene buena accesibilidad y visibilidad, la suspensión se mantiene firme pero filtra bien los baches, y ofrece espacio en la banqueta trasera para adultos altos. El sistema MBUX, como curiosidad, ofrece una serie de 'ambientes' que configuran el color de la luz ambiente y la apariencia de las pantallas para ajustar la experiencia de los ocupantes al máximo. Su maletero de 455 litros, 33 menos que en la generación anterior, es amplio y suficiente para los quehaceres diarios.

Múltiples posibilidades

La unidad probada, el Clase B 200 7G-DCT, esconde bajo el capó un motor de gasolina de 163 CV de potencia asociado a una caja de cambios automática de siete velocidades. Este propulsor es capaz de todo. Por sus características, el Clase B es un coche que invita a conducir con calma, disfrutando de su tecnología y su cómodo habitáculo. Sistemas como el control de crucero adaptativo con asistencia a la dirección simplifican mucho la conducción, reduciendo a su vez la fatiga. No faltarán el lector de señales, la alerta de ángulo muerto o el sistema de frenada de emergencia, entre muchos otros sistemas de asistencia.

Destaca su habilidad para moverse en ciudad, con una maniobrabilidad más que correcta y un radio de giro bastante corto. Sus dimensiones, mide 4,4 metros de largo por 1,79 de ancho, tampoco son enormes, con lo que se desenvuelve con soltura en las grandes urbes.

Sin embargo, el Clase B puede ser también un vehículo muy divertido. Su aceleración 0 a 100 en 8,2 segundos, es más que correcta, aunque algo lienal, y su recuperación también. Personalizando con la respuesta del motor y la configuración de la transmisión, rápida e impecable en casi todas las situaciones, se puede conseguir que sea muy dinámico, estable y capaz de soportar cambios bruscos de dirección y salir rápido de las curvas. No es un coche deportivo y tampoco lo busca, pero si se le pide, mantiene muy bien el tipo.

Ficha del Clase B 200 7G-DCT.

En general, el Clase B es un vehículo ideal para familias. Es muy apto para ciudades, su consumo, de 6,8 litros, no es demasiado elevado, es cómodo para viajes largos y 'juguetón' cuando se le pide. Todo, por 37.907 euros.