Mercedes-Benz Clase A Sedán

Prueba del Mercedes-Benz Clase A Sedán, el hermano rebelde

Probamos la versión de cuatro puertas del Clase A, una novedad de la presente generación del compacto alemán.

Mercedes-Benz Clase A Sedán.

Mercedes-Benz Clase A Sedán. / DAIMLER

Àlex Soler

Àlex Soler

El Clase A es la puerta de acceso a Mercedes-Benz. El año pasado, la firma de Stuttgart actualizó su compacto tanto por dentro como por fuera con un diseño más agresivo y deportivo y todas las posibilidades que ofrece el sistema de infoentretenimiento MBUX, incluyendo la función de comandos de voz 'Hola Mercedes', de serie.

Como gran novedad, en esta nueva generación se introdujo el Clase A Sedán, una versión de cuatro puertas basado en el Concept A Sedán, 13 centímetros más largo y con una silueta cupé para completar la oferta del vehículo. Sus novedades estéticas respecto a su predecesor se basaron, sobre todo, en nuevos paragolpes más atractivos y unos grupos ópticos más afilados. En términos de diseño, el A Sedán es idéntico al compacto desde la mitad del coche hacia el frontal, mientras que las diferencias son evidentes en la trasera, aunque busca mantener la esenecia de su hermano de gama.

El diseño exterior es acertado y más atractivo que el anterior Clase A y esta variante de cuatro puertas enamorará a los amantes de los cupés. No obstante, es el interior la gran novedad. El nuevo habitáculo mantiene elementos vistos en modelos como el Clase B, el Clase E o el Clase S, apostando po un salpicadero presidido, en la unidad probada, por dos pantallas de 10,5 pulgadas, una para el sistema de infoentretenimiento, táctil, y una para el cuadro de instrumentos, que es totalmente personalizable. Asimismo, se han rediseñado las salidas de aire, los controles de la consola central y el volante.

Mercedes-Benz apuesta por ofrecer toda su tecnología de conectividad de serie, con el avanzado sistema MBUX, muy mejorado respecto a versiones pasadas, de serie. Este sistema de infoentretenimiento es muy intuitivo y fácil de gestionar. De inicio, sus opciones pueden abrumar por cantidad, pero la posibilidad de navegar por sus menús a través de la pantalla táctil, el volante o los controles de la consola central facilitan su uso en todas las circunstancias. 'Hola Mercedes', su sistema de comandos de voz, también es de serie y permite interactuar con el vehículo mediante órdenes y comandos más fluidos de lo habitual. Es una función con mucho potencial, pero al que todavía le queda camino por recorrer, ya que a veces no funciona como se querría y requiere de insistencia.

En términos de confort, el Clase A Sedán tiene una accesibilidad correcta, es algo bajo, y su visibilidad es todo lo buena que puede ser en un vehículo de su tamaño. Su suspensión es firme, pero nada incómoda, posibilitando los viajes largos sin problemas. La banqueta trasera es espaciosa, pero los adultos altos podrán tocar con la cabeza en el techo debido a la forma de su silueta. Su maletero, de 420 litros de capacidad, 50 más que el compacto, es bajo pero profundo y ancho, permitiendo el transporte de maletas grandes.

Cómodo y divertido

La unidad probada, el Clase A Sedán 200 7G-DCT, monta un bloque de gasolina de cuatro cilindros y 163 CV de potencia asociado a una caja de cambios automática de siete relaciones. Como ocurre con el Clase B, este propulsor es muy versátil pero, a diferencia de su hermano más familiar, el Clase A no invita a conducir con calma, sino que pregunta cómo se quiere hacerlo.

A través del selector de modos, también lo tiene el Clase B, el usuario podrá elegir la configuración de elementos como la respuesta del acelerador. En modo 'Confort', el Clase A Sedán se mostrará lineal en su aceleración (0 a 100 en 8,1 segundos) y en su recuperación. Sus ajustes serán los más suaves y permitirá el desplazamiento largo con comodidad. En modo 'Sport', sin embargo, aprovechará su configuración más deportiva y ajustará la respuesta del motor para permitir una aceleración más brusca. En carreteras reviradas es un vehículo divertido que aguanta bien los cambios de apoyo y permite tomar las curvas a un ritmo alegre. La transmisión también varía su comportamiento con cada modo, buscando la comodidad y la eficiencia en el primero o priorizando el ritmo y el rendimiento en el segundo.

El Clase A Sedán es un vehículo apto para todo. Es cómodo a la par que deportivo, aunque ofrece versiones más potentes, seguro y avanzado. Además, se desenvuelve con soltura por la ciudad. Su consumo, de 6,5 litros en la prueba, no es demasiado elevado. Todo, por 34.982 euros.