ROYAL ENFIELD

Dos mellizas con mucho encanto

Royal Enfield rompe la baraja con las nuevas Continental GT 650 Twin e Interceptor INT 650 Twin, accesibles con el carnet A2 y a un precio interesante

Royal Enfield Interceptor INT 650 Twin

Royal Enfield Interceptor INT 650 Twin / motor

Sergi Mejías

Sergi Mejías

Royal Enfield es la marca decana en el mundo de las dos ruedas. Su legado arranca en 1901 cuando lanzaron su primera moto, de 239cc y 1,5 CV, siendo la firma más longeva en producción continua. A lo largo de de su historia su ADN se ha mantenido inalterado con conceptos como ‘una moto sin complicaciones’ y ‘puro motociclismo’ para llegar el próximo año al millón de motos producidas en sus tres fábricas ubicadas en India, porque el 95% de su producción se queda en el país de origen.

La llegada de la Continental GT 650 Twin y de la Interceptor INT 650 Twin es un paso más de una marca que no para de crecer. Solo hace unos años contaba en su catálogo con la gama classic, llegó la Himalayan en 2017 y ahora es el turno de estas dos bicilíndricas. Parte de este crecimiento también llega de la mano del nuevo Centro Tecnológico de Bruntingthorpe en Inglaterra donde se ha recuperado el sello distintivo británico (fichando incluso a personal de Triumph) para combinarlo con la fabricación en India.

MISMO MOTOR Y PARTE CICLO

Tanto la Continental GT como la Interceptor INT son claves en el presente y futuro de la compañía. Ambas comparten motor y parte ciclo pero después siguen su camino marcado por los modelos originales de la postguerra. Porque Continental GT e Interceptor son nombres originales de los años 50 y 60. La primera es originaria de Gran Bretaña, de la subcultura nacida a raíz de la precariedad del país después de la guerra y del auge de las café racer. En el caso de la Interceptor INT es hija de la contracultura materializada en las roadster en EE.UU., más concretamente en California.

Técnicamente estamos ante el primer motor Twin (bicilíndrico) moderno de Royal Enfield. Se trata de un propulsor de 650cc refrigerado por aire y aceite (culata y de 8 válvulas) que rinde 47 CV (ideal para los usuarios con carnet A2) y detalles como el embrague antirrebote y el cigüeñal calado a 270 grados para ofrecer un tacto de bicilíndrico en V cuando en realidad se trata de un motor en paralelo. El cambio es de seis velocidades.

BOSCH, BREMBO, PIRELLI…

El chasis es un doble cuna de acero desarrollado por la prestigiosa firma Harrys Performance, adquirida recientemente por la propia Royal Enfield. El bastidor cuenta con el 81% de componentes nuevos respecto al chasis de la GT 535 y es un 20% más rígido. Destaca en la parte ciclo el ABS de Bosch y los frenos Brembo (ByBre), además de los neumáticos Pirelli Phantom.

El cuadro de instrumentos está formado por dos relojes analógicos, uno para el velocímetro y el otro para el cuentarrevoluciones. Además incorpora una pequeña pantalla para el odómetro (total y dos parciales) y el nivel de gasolina. Las manetas no son regulables y los retrovisores ofrecen muy buena visibilidad. 

Las diferencias entre la Continental GT y la Interceptor INT están marcadas por su orientación. La primera como café racer monta semimanillares y estribos retrasados mientras que su hermana nos brinda una posición de conducción más relajada con su amplio manillar y los estribos más centrados. La altura del asiento varía pues la Continental GT es de 820 mm y de 805 mm la Interceptor INT. También los depósitos son diferentes, de 13,7 litros la Interceptor INT y de 12,5 litros la Continental GT. Y la café racer pesa 208 kilos por los 213 kilos del otro modelo, diferencia dada en parte porque la Interceptor INT monta de serie el caballete central.

EN MARCHA

En una primera toma de contacto nos quedamos prendados de la suavidad del motor y del cambio. Este bicilíndrico no vibra nada y ofrece un buen rendimiento con bajos y medios generosos y un punch deportivo a partir de 5.5000 rpm siempre sin olvidar que se trata de una moto de 47 CV y 200 kilos de peso. 

La posición de conducción es más sacrificada en la café racer, que no incómoda, pero también nos brinda una dirección más precisa; la Interceptor INT resulta más natural. Como os podéis fijar en las fotos, las culatas llevan un pequeño protector porque tocas con las rodillas pero sin más problema a no ser que sea verano y vayas con bermudas.

La frenada, al igual que la suspensión, cumplen con su cometido. Tal vez le falte mordiente a la pinza de dos pistones del disco delantero pero queda compensado con el buen hacer del trasero además, muy probablemente, el usuario de esta Twin no necesite más. En suma, estos dos modelos transmiten unas sensaciones muy auténticas a la hora de conducir, conducción que destaca por su facilidad y diversión desde el primer momento.

PRECIO ATRACTIVO

Y nos hemos dejado lo mejor para era final: el precio. Las tarifas arrancan desde los 6.200 euros de la Interceptor INT y los 6.400 euros de la Continental GT, llegando hasta los 6.900 euros de la Continental GT Cromo con el depósito cromado. Porque Royal Enfield ofrece una completa gama cromática además de un interesante catálogo de accesorios para personalizar estos modelos desde pantalla derivabrisas hasta colines para hacerla monoplaza.

Un práctico reloj horario en el cuadro de instrumentos y el botellín de los amortiguadores traseros en color negro en lugar de dorado (recuerdan a Öhlins) son detalles a tener en cuenta en futuras generaciones de este nuevo éxito de Royal Enfield. A penas hace unos meses que han llegado a nuestro mercado y ya se han vendido más de 600, con una proporción de tres Interceptor INT por una Continental GT… Y fíjate el éxito que hay lista de espera entre uno y dos meses. Por poco más de 6.000 euros no se puede pedir más ¿O sí?