ALPINE A110

Conducimos el Alpine A110 renacido

El nuevo modelo de la marca francesa renace de las cenizas y agota su primera edición especial tras el lanzamiento.

Conducimos el Alpine A110 renacido

Conducimos el Alpine A110 renacido / MOTOR

Rafa J. Cid

Rafa J. Cid

Los Alpine nacieron en los Alpes hace más de medio siglo, se impusieron en el Rallye de Montecarlo o en el Campeonato de España de Rallyes, y ahora regresan al ruedo tras dos décadas de ausencia total, tiempo en el que la firma cesó su actividad comercial.

Su regreso es sorprendente. Fiel a su imagen inicial, el nuevo A110 se llama como su antepasado, y su imagen es la misma, pero actualizada. Para él, Renault creará concesionarios propios, dos en España –Madrid y Barcelona–, y sus primeras 1.955 unidades, año de la fundación de la firma, ya están vendidas. Sobre el mes de agosto veremos por las calles las 30 asignadas a nuestro país.

ESPÍRITU RACING

Al sentarse en su interior llama la atención la cercanía del piloto al suelo, los asientos de 13,1 kilos de peso, y los excelentes acabados generales, que lo convierten en un modelo cercano a las mejores firmas de lujo. Y eso quiere ser, como firma independiente carece de logotipos Renault.

Pero lo mejor es conducirlo. Su chasis de aluminio es el principal garante de un peso bajísimo, de tan solo 1.100 kilos, que permite pasos por curva excepcionales, frenadas de infarto y aceleraciones mucho más contundentes de lo que puede suponerse del motor 1.8 turbo de 252 CV que le da vida, situado además en posición central trasera. En 4,5 segundos resuelve el paso de cero a cien, y su velocidad máxima, autolimitada, es de 250 km/h.

El morro no presenta subviraje en la entrada de los giros a pesar de que hay más peso detrás, en el vértice resulta especialmente neutro, como buen coche de motor central, el exceso de confianza provoca que derrape de las cuatro ruedas, y estos se corrigen soltando el acelerador, momento en el que el coche recupera la trazada sin malos gestos.

¡Brillante! En aceleración a fondo, si consigues romper la adherencia, la respuesta no es agresiva, y en general, el conductor percibe altísima eficacia sin comportamiento radical: sus límites están muy, muy lejos.

A pesar de este comportamiento de coche de carreras, el Alpine es moderadamente confortable, y en todo lo expuesto se acerca muy mucho al Porsche Cayman en casi todos los sentidos, y solo en peso al Alfa Romeo 4C, mucho más agresivo en sus planteamientos.

El precio del nuevo Alpine A110 rondará en España los 57.000 euros, y los que no hayan adquirido ya el suyo deberán esperar a septiembre para disfrutarlo.