"Quiero correr, doctor, si hace falta, córteme el dedo"

Somkiat Chantra se convirtió, en Indonesia, en el primer tailandés que gana un GP del Mundial

El doctor Xavier Mir salvó el dedo meñique derecho del piloto, de 23 años, del Idemitsu Honda Asia

El dedo meñique del piloto Chantra

El dedo meñique del piloto Chantra / SPORT

Emilio Pérez de Rozas

Emilio Pérez de Rozas

Todos cuentan que Somkiat Chantra, el primer piloto tailandés que logra ganar un gran premio del Mundial de motociclismo (Indonesia, Moto2) es un atrevido, un motivado, un valiente, un arriesgado, alguien que retuerce la muñeca derecha con excesivo brío y, claro, uno de los que más caídas sufren por su determinación en hacer historia, cosa que, a los 23 años, ya ha conseguido, convertido, ahora sí, en héroe deportivo de su país.

El caso es que Chantra estaba decidido a que el 2022 fuese el año de su consagración en el campeonato de las dos ruedas tras cinco temporadas jugándose el pellejo. Lo ha logrado, pero ha tenido que sufrir lo suyo. Chantra protagonizó un accidente espectacular en la ‘quali’ del sábado del primer GP de la temporada, en Lusail, Doha, Qatar, en la segunda vuelta, en la curva cinco. Su mano derecha, la del gas, la del freno delantero, quedó atrapada bajo su moto y el dedo meñique quedó (casi) destrozado del todo.

Chantra acudió a la clínica del circuito de inmediato, acompañado de su jefe de equipo, el expiloto japonés Hiroshi Aoyama, mano derecha de Alberto Puig en el ‘team’ Idemitsu Honda Asia, y de su inseparable asistente y ángel de la guarda, Toni Calvo. Los médicos del trazado qatarí le limpiaron la herida, pero le dijeron que debía acudir a un hospital de Doha “porque este dedo corre peligro”.

Una vez en el hospital, Chantra ya dijo que no quería saber nada del dedo, que él quería correr al día siguiente su primer GP del año. El cirujano plástico que le atendió dijo que “¡ni hablar!” y, tras hacer varias radiografías, limpiarlo bien y confirmar que el joven tailandés no solo tenía la primera falange rota sino desplazada, los tendones superiores desaparecidos (“se quedaron pegados al asfalto”, recuerda el doctor Xavier Mir, que fue quien le operó y logró otro milagro) y desaparecida una de las dos arterias que riegan el meñique, le recomendó que se pusiera en manos de un especialista si no quería perder el dedo. A Chantra, perder el dedo le daba igual; él lo que quería era correr.

Aoyama y Calvo llamaron la noche del sábado al doctor Mir, le pasaron las radiografías y se citaron para la noche siguiente, domingo, en el Institut Dexeus. “Quiero correr, doctor, si hace falta, córteme el dedo”, le dijo el simpático y aguerrido Chantra a Mir por teléfono. “Tranquilo, Somkiat, tranquilo, cuando llegues hablaremos, no te precipites”, le comentó el galeno.

“La verdad es que el dedo estaba fatal, muy mal, pero amputar es lo último en lo que pensamos. El mayor problema era que debíamos intentar insertar los tendones que flexionan la articulación y, aunque se podía amputar la primera falange, al final conseguimos salvarla, eso sí, soldándola con un tornillo a la segunda falange”, explica Mir.

El caso es que la intervención resultó un éxito. “Demasiado”, pensó Mir, “pues temía, como así ocurrió, que Chantra quisiera correr, en Indonesia, de inmediato. Yo le recomendé que no viajase a Mandalika, pero para él era, dijo, vital. Quedamos que iría y se probaría bajo la supervisión del doctor Ángel Charte, pues el peligro de infección, en estos casos, es muy grande”.

“Es cierto que a Somkiat, todo ímpetu, no le importaba perder el meñique derecho”, cuenta Toni Calvo, “y, no porque pensase que no sirve para nada, sino porque estaba obsesionado con correr en Mandalika, no sé si porque pensaba, como así ocurrió, que era su gran oportunidad. Ni idea. Lleva 50 grandes premios y pensar que éste iba a ser el suyo parecía un sueño más de un piloto apasionado por su profesión, pero probamos y fue de maravilla".

En efecto, Chantra se probó el viernes y fue penúltimo en el primer entrenamiento de Indonesia, pero 18º en el segundo y el doctor Charte le dejó seguir corriendo. En la ‘quali’ acabó cuarto y, en la salida, salió disparado, se colocó líder y cruzó la meta…