Viñales hace autocrítica: "Fue un desastre"

Maverick, desmotivado por la situación de Yamaha

Maverick, desmotivado por la situación de Yamaha / EFE

Maverick Viñales finalizó hoy décimo en el GP de Aragón por detrás de su compañero Valentino Rossi en un fin de semana para olvidar de los de Yamaha.

"Sólo me queda confiar en Yamaha", decía Mack tras las sesiones libres del sábado en las que tanto él como el 46 tuvieron que pasar por Q2. Slavó los muebles el de Roses siendo primero y clasificándose para Q1 pero de poco le valió en carrera donde la remontada espectacular de Valentino lo aupó hasta la octava plaza. Un resultado final que acabó por hundir al catalán que estalló y no dudó en calificar la de hoy como "la peor carrera desde que estoy en Yamaha". "No puedo ni decir un problema concreto porque cada área iba mal. No hubo ninguna que fuera bien. No me comparo ni con pilotos de fábrica sino que lo comparo con satélites. Y esos iban mejor que yo. Es muy decepcionante. Trabajé duro este fin de semana", se lamentó,"sinceramente, fue un completo desastre. Incluso en la última vuelta derrapaba todo el rato". Aún así, apostó por mirar hacia adelante: "hay que olvidar esta carrera, tranquilizarse, concentrarse e intentarlo de nuevo en Buriram".

Pero no se presentan fáciles las próximas carreras en la casa Yamaha con muchos problemas por solucionar y con sus dos pilotos pesimistas ante la posibilidad de una victoria. El propio Rossi aseguró que "sólo un milagro haría que ganáramos una carrera esta temporada", un sentimiento que comparte su compañero de box. "Primero, hay que centrarse en ir directos a la Q2, cosa que parece difícil. No puedo afrontar un fin de semana pensando que puedo ganar porque no es verdad. No me puedo crear falsas expectativas a mí mismo. Tengo que darme cuenta de dónde estamos ahora. Y hacer que la moto vaya mejor. El objetivo de ganar se perdió hace muchas carreras. Ir a Q2 y veremos", comentó. "Las sensaciones son pésimas encimas de la moto. Ahora llega la gira asiática y solo espero que pase rápido. Motivación cero, expectativas cero", insitió Viñales.

Respecto al futuro, que en estos momentos es bastante negro para los de Lin Jarvis, aseguró: "No tengo objetivos. Los perdí cuando vinimos aquí en 2017. Es seguro que hay mucho trabajo por hacer antes de poder decir que tenemos un objetivo". Ambos pilotos comparten también la idea de pensar ya en la próxima campaña en la que "queda mucho tabajo por hacer", aunque "tengo que continuar confiando e intentar que traigan algo a ver si funciona. Yo solo trato de trabajar lo mejor que sé con la gente de Yamaha que está a mi alrededor".