Valentino Rossi, de piloto a jefe en MotoGP

Rossi , que cumple 42 años en febrero, prepara su futuro más allá del contrato para correr en Petronas

Todo apunta a que en 2022 tendrá su propia estructura VR46 en la clase reina al comprar las plazas de Avintia

Rossi y su hermano Luca, que se estrena este año en MotoGP

Rossi y su hermano Luca, que se estrena este año en MotoGP / motogp

Laura López Albiac

Laura López Albiac

Valentino Rossi cumple 42 años el próximo 16 de febrero. Tras 25 temporadas en el Mundial (debutó en Malasia, en 1996), ‘il dottore’ ha construido una leyenda que va mucho más allá de sus nueve títulos mundiales. De hecho, y a pesar de que su última victoria se remonta a Assen 2017, el piloto italiano sigue siendo la principal estrella del ‘gran circo’ junto con Marc Márquez.

“Hoy en día existe este aspecto mediático que hace que un piloto sea apreciado por aspectos que van más allá de las hazañas deportivasValentino Rossi vive de ciertas cosas y ahora que no gana, tiene más importancia en los medios de comunicación que Joan Mir, que es el actual campeón del mundo“, analiza el ex piloto Manuel Poggiali, ahora ‘coach’ en el Team Gresini.

¿La despedida?

La temporada 2021 podría ser la última de Valentino en el Mundial. Y por primera vez en muchos años, no estará enrolado en un equipo oficial. Después de pasar por Honda, Ducati y Yamaha, Rossi mantiene el vínculo contractual con el constructor de Iwatta, pero competirá en su equipo satélite, Petronas Yamaha.

Un paso atrás que ha sorprendido a muchos, incluído al compañero que más difícil se lo ha puesto en su carrera, Jorge Lorenzo, con el que Rossi compartió box durante siete temporadas. “No habría imaginado nunca que Yamaha hiciera correr a Vale en un equipo satélite, pero es normal. El equipo debe mirar al futuro y elegir a Quartararo era algo lógico. En cualquier caso, no cambia tanto para Rossi, lo hará bien en Petronas”, valora el mallorquín.

Para el propio Valentino la situación no es la ideal, pero le garantiza material de fábrica y le permite seguir haciendo lo que más le gusta en este mundo. Además, con un aliciente añadido: poder estar en la parrilla junto a su hermano Luca Marini, que este año se estrena en la categoría reina con la Ducati de Avintia: “Estoy muy, muy contento de correr con él. Será una motivación buena y algo muy bonito. Cuando gané mi primer Mundial, en 1997, él acababa de nacer. Volví a casa como campeón y recuerdo tener a Luca en brazos y que él tenía 21 días”.

En 2020 Rossi cerró su segunda etapa en Yamaha tras una campaña nefasta para él, que acumuló averías, caídas y contratiempos, y acabó en la peor posición de siempre (15º), además de perderse dos carreras por culpa del Covid-19, siendo uno de los pocos pilotos del paddock que se contagió fuera de la 'burbuja'.

Lo que para muchos habría sido motivo de retirada y más aún superando la barrera de los 40, para Valentino se ha convertido en un plus de motivación, como demostraba a principios de enero en su primer vídeo luciendo los colores de Petronas: “He visto lo que ha hecho este equipo las dos últimas temporadas y estoy emocionado por descubir lo que podemos hacer juntos. Estoy ansioso por volver a la pista y empezar a trabajar juntos".

De piloto a jefe

De momento Rossi tiene contrato por una temporada con opción a prórroga. “Hay una cláusula que dice que si todos estamos contentos, Yamaha, nosotros y Petronas, seguiremos otro año más, pero dependerá mucho de mis resultados en la primera parte de la próxima temporada. Y luego en la pausa de verano decidiremos juntos qué hacer”, explica el italiano.

En cualquier caso, ya sea en 2021 o 2022, Rossi despedirá su prolífica etapa como piloto y ya está encarrilando su futuro como jefe de equipo e impulsor de la cantera italiana. El proyecto que inició hace años, su academia VR46 con los equipos de Moto3 y Moto2, han dado sus frutos y han consolidado en la elite mundial a pilotos como Bagnaia, Morbidelli, Baldassarri, Bezzecchi, Vieti o Luca Marini.

Y el sueño de tener equipo propio en la máxima cilindrada de MotoGP va tomando forma. Tras cerrar su estructura en Moto3, en Italia dan por hecho que Rossi acabará comprando las dos plazas del Avintia, en el que su hermano Luca ya lucirá este año los colores del Sky VR46, mientras que Enea Bastianini aún llevará la Ducati con el patrocinio del Esponsorama de Raúl Romero. Dorna vería con buenos ojos un pacto que garantizaría la presencia de Valentino en el Mundial cuando ‘il dottore’ decida bajarse de la moto.