Valentino Rossi gana el pulso interno en Yamaha

Rossi, eufórico tras volver al podio en Jerez

Rossi, eufórico tras volver al podio en Jerez / twitter

Laura López Albiac

Laura López Albiac

Valentino Rossi estalló de alegría tras subir al tercer peldaño del podio en Jerez, el pasado domingo. No lo lograba desde hacía más de un año, en el GP de Estados Unidos de 2019. Y su última victoria es aún más lejana: Assen 2017. El nueve veces campeón del mundo explicó después su calvario: "Puede que sea viejo y que haya otros pilotos más rápidos, pero esto no era normal. Tengo 41 años y Yamaha me decía que debía aprender a llevar la moto de Quartararo y Viñales". 'Il dottore', que ha cambiado a su jefe técnico Silvano Galbusera por el español David Muñoz, consiguió que por fin los ingenieros de Yamaha le esccucharan y según dice, empieza a ver la salida de la crisis.

"Es duro, porque a veces surgen problemas por cuestiones políticas. Tuvimos que pelear cuatro días para que Yamaha nos dejara probar lo que queríamos, para que nos dejaran modificar la moto. En la primera carrera de la temporada corrí con una moto que no me la sentía mía. En curva me sentía muy incómodo. Visto que estoy aquí y que seguiré el año que viene (en el satélite Petronas), es necesario que crean en mí y que trabajemos juntos", reivindicó Rossi en Jerez.

Ahora, su jefe Lin Jarvis ha reconocido las quejas del astro italiano, al que el próximo año relevarán en el equipo oficial por el líder del Mundial Fabio Quartararo: "Obviamente, cuando tienes a otros chicos yendo más rápido, en particular Fabio y Maverick, y también Franky (Morbidelli), utilizando una gama similar de configuraciones, la zona en la que trabajas es bastante común”. Pero Vale luchó para entenderlo, sentirse cómodo y hacerlo funcionar para él. Hemos visto durante la última temporada y media que Vale no está donde acostumbraba y estaba muy decepcionado. Realmente quería cambiar algo después del primer fin de semana de Jerez. Quería probarlo porque no había nada que perder".

Jarvis justifica la tardanza en que "cambiar la forma de pensar de los ingenieros japoneses a veces no es tan simple, porque tenemos muchos datos y mucha información, y los otros pilotos van rápido. Entonces piensan ¿por qué ir en otra dirección? Pero Valentino obviamente tiene mucha experiencia y sabe lo que funciona para él. Insistió, aceptamos e hicimos el cambio. No diría que ha resuelto todos sus problemas, pero se siente mucho más cómodo, siente que es su moto nuevamente y, por lo tanto, puede conducirla mejor. Eso es parte de lo que los pilotos tienen que hacer, deben empujar en el box y salir a la pista a competir".

Pero, exactamente ¿qué ha cambiado Rossi?. El portal especializado 'motoracenation' da algunas claves para entederlo. En la primera carrera de Jerez, Valentino no podía parar la moto como quería porque su velocidad pasando por curva no era buena y le obligaba a abrir gas antes y con la M1 más inclinada. De los cambios introducidos en el 'setting' el principal es el que afecta a la parte posterior de la moto, modificando la altura del pivote, lo que a su vez permite cambiar la altura del basculante y consigue una mejora en el efecto 'squat'. Los pilotos de Ducati también recurren a eso para ganar estabilidad en las frenadas.

Parar la moto cómo y dónde quiere es fundamental para que Valentino vuelva a sentirse cómodo, ya que gana velocidad en el paso por curva y puede gestionar mejor el neumático trasero. La duda ahora es si esos cambios que tan bien le han funcionado en la pista de Jerez lo harán también en otros circuitos. Rossi está convencido de que sí. Y sus fans esperan que así sea para seguir difrutando del pilotaje del '46' por mucho tiempo.