Valentino Rossi: prohibido rendirse

Valentino Rossi

Valentino Rossi / afp

Laura López Albiac

Laura López Albiac

Los primeros nueve grandes premios de 2019 no han salido como esperaba Valentino Rossi cuando inició su 24ª temporada en el Mundial a sus 40 años, a lomos de la Yamaha oficial. Una mala racha que ha disparado los rumores de retirada.

Después del GP de Alemania, 'il dottore' se fue de vacaciones con su peor balance en MotoGP, sexto en el campeonato contabilizando 80 puntos (a 105 del líder Marc Márquez) y con un escueto botín de solo dos podios. Ni en sus dos temporadas de 'pesadilla' en Ducati cuajó tan malos resultados a estas alturas.

En lo que va de año Rossi se ha quedado fuera de la Q2 en cuatro grandes premios y ha arrancado más atrás de la décima posición de parrilla en 5 de las 9 carreras disputadas. Acumuló tres abandonos consecutivos (Mugello, Catalunya y Assen), igualando también su peor racha en este apartado. 

La sombra de la retirada

Valentino no gana en Brno desde 2009 y en MotoGP, desde hace más de dos años (Assen 2017). Su compañero Maverick Viñales le ha dado a Yamaha los dos últimos triunfos en el Mundial, mientras que el 'rookie' Fabio Quartararo, con la M1 satélite, ha logrado ya tres poles y dos podios esta temporada.

Así las cosas, los rumores de retirada ha cobrado fuerza en los últimos tiempos y el horizonte de 2020 , cuando expira su contrato, parece cada vez más confuso. Los números de Valentino apuntan a su declive y en Yamaha, viendo el brillante porvenir de Quartararo, ya le abren la puerta. "Hasta 2011, cuando decidió irse a Ducati, Rossi había acumulado cuatro títulos con nosotros (2004, 2005, 2008 y 2009) y su marcha tuvo un gran impacto. Es como si Márquez se fuera de Honda en estos momentos. Ahora está en otra etapa de su vida y, con todo el respeto hacia él, el futuro de Yamaha en MotoGP ya no pasa por Rossi. Puede estar aquí y ser competitivo durante uno, dos o tres años más. Pero nuestro nivel de dependencia hacia él ha cambiado. Su legado con Yamaha ya está hecho", apuntaba hace unos días Lin Jarvis, manager general del equipo.

De momento, Valentino ha decidido seguir adelante, pero ¿hasta cuándo?. En Sachsenring, antes del parón estival, el italiano abordó el tema: "Hay cosas que sólo yo puedo sentir y sabré cuando no querré correr más. Mucho depende de los resultados, así que si no podemos resolver nuestros problemas entonces continuar puede llegar a ser un problema. Hace diez años hice una elección. Podía retirarme como un ganador o continuar en las carreras porque eran mi gran pasión. Estoy contento con la decisión que tomé".

Y es que, más que a su edad, Rossi relaciona sus problemas a la falta de agarre y aceleración de la Yamaha YZR-M1. "También era viejo hace un año y acabé segundo en Alemania tras Marc Márquez", argumenta. Este año fue segundo en Argentina y acarició la victoria en Austin. A partir de ahí, en cuanto el Mundial llegó a Europa, el feeling con la moto desapareció.

Rossi volverá este fin de semana a la acción en el GP de la República Checa, consciente de que las próximas diez carreras del calendario marcarán su futuro en un campeonato al que llegó en 1996, precisamente logrando su primera victoria en Brno. 

"El verano ha sido importante para tomarse un descanso, pero tengo ganas de volver a competir. Vienen dos grandes premios consecutivos en los que será necesario trabajar bien y obtener los mejores resultados posibles porque necesitamos mejorar para preparar bien el 2020, comenzando con los test previstos para el lunes en Brno", subraya el astro italiano, con la motivación intacta y que se resiste a tirar la toalla. Lo que está claro es que Rossi se irá cuando él quiera.