Rins: "Ser padre me ha cambiado la vida, para bien"

El piloto catalán del equipo Suzuki, de 26 años, lidera el Mundial con los mismos puntos que el campeón Fabio Quartararo y asegura que ser padre le da tranquilidad para correr

Sé que todo el mundo dice que cuando eres padre dejas de retorcer el puño del gas, hay quien dice que pierdes un segundo por vuelta, pues a mi me ha sucedido lo contrario"

Alex Rins, en el box de su equipo

Alex Rins, en el box de su equipo / motogp

Emilio Pérez de Rozas

Emilio Pérez de Rozas

Se están repartiendo tantos premios en estos cinco primeros grandes premios del Mundial de MotoGP, con cuatro vencedores distintos, 10 pilotos en los 15 podios que se han repartido y cuatro pilotos metidos en ocho puntos en la clasificación general del campeonato, que no es extraño ver sonreír y felices a un montón de profesionales que se juegan la vida para hacer las delicias de millones de aficionados de todo el mundo.

El catalán Àlex Rins (Suzuki) era, sin duda, uno de los más felices ayer en Portimao, pese a no haber ganado aún ninguna carrera este año y ni siquiera haberse subido al podio en la prueba del pasado domingo en Portugal. Pero Rins, de 26 años, tenía un montón de razones para estar contento: acabó cuarto, suma ya 69 puntos en el Mundial de pilotos (los mismos que el campeón y líder, el francés Fabio Quartararo, que lo es porque él sí ha ganado ya un GP), sabe que Suzuki le quiere renovar, al menos, por dos años más y, además, asegura estar viviendo una nueva vida, tanto en lo personal como en lo profesional.

Un nuevo Rins

Es decir, digámoslo ¡ya!, estamos ante un nuevo Àlex Rins, ante el Rins 2.0, que basa todo su éxito y fuerza en la familia que tiene, su esposa Alexandra y su hijo Lucas, de apenas siete meses, y en una nueva manera de entrenarse, prepararse mentalmente con ayuda de expertos y cambiar la manera de trabajar en el ‘boxe’ con su técnico, el argentino Manuel Cazeaux, un ser encantador.

“Aquí, en el ‘paddock’, siempre he oído decir que cuando eres padre, dejas de retorcer el puño del gas. Es más, hasta hay quien dice que ser padre supone pasar a rodar un segundo más lento por vuelta. Bueno, pues yo debo ser la prueba de que eso no es verdad. Desde que soy padre, me ha cambiado la vida, dentro y fuera de la pista para bien, para muy bien”, comenta Rins, dos horas después de concluido el GP de Portugal. “Nadie sabe lo que supone para un piloto regresar a casa después de un duro entrenamiento o carrera y que te reciba tu hijo con la mejor de sus sonrisas. Si todo te ha salió bien, para celebrarlo; si no te ha salido nada bien, para olvidar, pasar página y enchufarte para la siguiente carrera o entrenamiento”.

Rins asegura que, sin duda, otro punto que ha contribuido a que, pese a no haber ganado aún este año, todo este saliéndole de forma estupenda, es que el nuevo manager de Suzuki, el italiano Livio Suppo, ex del equipo Repsol Honda, les dijo en Catar “tanto a mí como a Joan (Mir)” que su intención era renovarles el contrato a los dos para que siguiesen con la firma azul. “Eso, pese a que aún no conozco las condiciones y mi manager aún no ha empezado a hablar con Livio, te da mucha tranquilidad y te puedes centrar en lo tuyo, que es entrenarte y correr”.

El piloto de Lleida, que fue incapaz de contar cómo pasó del puesto 23º que tenía en la parrilla de salida de Portimao al 10º en solo una vuelta, la primera, y acabar cuarto, sí reconoce que “en la salida arriesgué muchísimo, pues era la única forma de conseguir adelantar en un circuito donde apenas hay puntos para superar al rival; me salí al exterior, temeroso de que me empujasen fuera de la pista y se acabase mi carrera, no ya la remontada, pero me salió bien porque nadie pensó en mí ni reparó que yo iba adelantándoles por fuera”.

Luego, según su relato, fue haciendo adelantamientos limpios y sin riesgo y, sobre todo, sin correr sucio “porque ni soy de esos ni sé hacerlo”. Cuando llegó a Aleix Espargaró (Aprilia), que marchaba en tercera posición tras Fabio Quartararo (Yamaha, 1º) y Johann Zarco (Ducati, 2º), “me pegué a él y dejé que me llevase hasta las últimas cuatro vueltas. Cuando llegó el momento, le enseñé la rueda a Aleix, pero le vi muy fuerte y pensé que debería de arriesgar demasiado para subir al podio y preferí sumar los 13 puntos del cuarto puesto”.

No pudo contar más, aunque ya es suficiente. “No, no, no puedo contar más porque, de verdad, apenas me acuerdo de cómo he remontado, aunque sé que es una de mis grandes carreras, sí. Todo fue muy rápido, por eso no me acuerdo”. De sus posibilidades de acabar, ¡por fin!, campeón, Rins no solo no quiere hablar sino que lo ve tan, tan, tan lejos “que no tiene sentido hablar de esas cosas cuando todos sabemos que esto acaba de empezar. Eso sí, me siento muy orgulloso de haber sumado tantos puntos en este arranque de Mundial”.