gp de aragón

Principio o ¿final? del calvario

Lorenzo llega a Motorland tras una buena actuación en los dos últimos GP.

Jorge Lorenzo ha regresado al Mundial de MotoGP

Jorge Lorenzo ha regresado al Mundial de MotoGP / AFP

Josep LLuís Merlos

En los dos últimos Grandes Premios, Jorge Lorenzo terminó la carrera en la decimocuarta posición. En Silverstone lo hizo a casi un minuto del ganador, y en Misano, a 47 segundos. Al llegar a Motorland dijo que ojalá hoy “pueda acabar a… 30” (¡). Me cuesta mucho creer que todo un pentacampeón mundial como él se conforme con esta paupérrima realidad, por mucho que diga.

Este fin de semana el mallorquín ha regresado a la pista donde el año pasado tuvo una caída que le apartó de las dos siguientes carreras y que, de alguna manera, marcó el comienzo de un rosario de lesiones.

La semana pasada, tras los entrenamientos libres del sábado, Jorge estaba contento porque había reducido la distancia en relación a la pole a un segundo y medio, justo la mitad de lo que le separó en Inglaterra. ¿Hubo realmente una mejora en su segunda carrera después de su convalecencia veraniega, o la progresión se debió tan solo a la lentitud del trazado italiano, con muy pocas curvas rápidas en comparación al británico donde el piloto debe acreditar una comunión absoluta con su moto? Insiste Lorenzo que la evidente pobreza de resultados no es una falta de confianza en la Honda, sino que se debe a las secuelas de unas lesiones que aún no ha superado, atribuyendo al grado de adaptación a su moto un porcentaje de responsabilidad relativamente bajo en su situación actual.

El referente de pedrosa

Cal Crutchlow ha declarado que Márquez haría podios incluso sobre una Aprilia. Lo ignoro, sin cuestionar en absoluto el potencial del catalán pero huyendo de la ciencia ficción.  Dani Pedrosa también sufrió para adaptarse a una moto hecha a medida de Márquez (pese a tres subcampeonatos y otras tantas posiciones finales), como en su momento lo estaba la imposible Ducati siguiendo las absolutas directrices de Casey Stoner. La diferencia entre la situación de Pedrosa entonces, y la de Lorenzo hoy -tres títulos mundiales de MotoGP aparte, que no es poco- es que Dani, fiel a su proceder más bien discreto, casi nunca se quejaba. Y eso le valió sobrevivir en Honda (donde aún le adoran) durante doce años, aunque sin ganar el anhelado título. 

La destitución fulminante de Johann Zarco en KTM nos puede dar alguna pista de lo que puede deparar el futuro a Lorenzo en Honda, aunque el contrato refleja que todavía les queda un año de suplicio conjunto por delante. Veremos si sobre una moto pintada de Repsol, o no. Cuando parecía que todo el pescado de la parrilla de MotoGP para el 2020 estaba vendido, las cosas no parecen tan claras. 

Hay quien apunta que Viñales podría volver a Suzuki, con lo que se abriría un hueco ideal para Quartararo en el equipo de Yamaha junto a Valentino Rossi, otra trituradora de compañeros como lo es Márquez. Pero, ¿y si Quartararo optara por una Honda -pintada de Repsol, claro- en lugar de seguir en Yamaha? Lorenzo toma demasiado a Marc como referencia. Y el reino del de Cervera no es de este mundo. Si Honda se olvidara de su piloto estrella y ahora hiciera una moto a medida de Lorenzo, los papeles no se invertirían. Esa es la clave, porque lo de Márquez no se ajusta a ningún parámetro de lo que entendemos por normalidad.