Primera lluvia del año

Los pilotos de MotoGP están convencidos de que el GP de Le Mans será en mojado y con cambio de moto

La incertidumbre impera en un campeonato donde marcas y pilotos mantienen una igualdad jamás vista

Bagnaia, en acción en el circuito de Losail, donde arrancó el Mundial de MotoGP 2021

Bagnaia, en acción en el circuito de Losail, donde arranca el Mundial de MotoGP 2021 / motogp

Emilio Pérez de Rozas

Emilio Pérez de Rozas

Llega Le Mans. El mito. El circuito de las películas. El circuito donde el ambiente, no siempre agradable, no siempre deseable, a menudo hasta demasiado gamberro y maleducado, hace de ese gran premio un lugar popular, cariñoso deportivamente hablando y, sobre todo, muy competitivo. Y, no olvidemos, un gran premio que suele deparar sorpresas porque la climatología es demasiado variable como para tenerlo todo controlado, atado y bien atado.

Nunca, jamás, se ha vivido una carrera normal, previsible, en Le Mans y así es como la esperan los pilotos del Mundial de motociclismo, que este fin de semana celebra su quinta cita de la temporadas tras las dos carreras de Catar, el precioso Gran Premio de Portugal y el no menos apasionante Gran Premio de España, en Jerez.

Le Mans tuvo público el pasado año en la recta final del campeonato, pero este año no lo tendrá y todos los pilotos están tristes por ello, especialmente los locales de la parrilla de MotoGP, Fabio Quartararo y Johann Zarco que, encima, están brillando en este arranque de Mundial. “Todos queremos correr con público en la grada porque nosotros corremos para la gente”, señala el ‘Diablo’. “No hay duda de que cuando eres local, es decir, cuando corres en casa lo que quieres es hacer disfrutar a los tuyos y no es lo mismo, no, hacer disfrutar a los tuyos en vivo, en directo, que a través de la televisión, que está bien, sí, sobre todo si logras un podio, si ganas, pero no es lo mismo, no”, cuenta Zarco.

El campeonato de MotoGP, ya se sabe, llega a Le Mans (y así parece que va a ser todo el año) metido en un puño, pues el italiano ‘Pecco’ Bagnaia (Ducati) solo aventaja a Quartararo (Yamaha) por dos puntos. Todo el mundo cree, sabe, intuye, sospecha, como ha ocurrido siempre, que la carrera será bajo la lluvia o, como poco, será una mezcla de seco y mojado, es decir, que, tal vez, como ya ha ocurrido en más de una ocasión, empiecen a correr con lisos (slics) y acaben con neumáticos de lluvia, lo que significará un emocionante y vistoso cambio de moto sobre la marcha, en el garaje, en el pit-lane.

“No es el nuestro, Le Mans, un trazado ideal para este tipo de operaciones, la verdad, pues la curva que da acceso a la calle de los boxes es cerrada y estrecha y nos puede complicar mucho la operación, sobre todo si te precipitas con las prisas”, cuenta Zarco, que como todos los demás, Quartararo, Bagnaia, Franco Morbidelli y Jack Miller prefieren una carrera en mojado. Bueno, Miller, reciente ganador en seco en Jerez gracias a la lesión en el brazo derecho del ‘Diablo’, que dominaba la prueba, preferiría, tal vez, que lloviese pues el australiano es un auténtico tiburón sobre mojado, en la lluvia.

“Nosotros sabemos, lo hemos demostrado tanto Jack (Miller) como Johann (Zarco) como yo mismo que nuestra Ducati está lista y preparada para rendir, desde el primer día, en cualquier trazado, sí, pero ahora hay que comprobar cómo se comporta nuestra Ducati en mojado, si es que se confirman la previsiones”, comentó Bagnaia, el líder del Mundial, que ha afirmado que no piensa en el título, ni siquiera en el liderato, por dos razones fundamentales “una, porque esto acaba de empezar y, dos, porque para ser campeón hay que ganar carreras y yo soy líder con tres podios, pero sin victoria alguna, claro que Joan (Mir, Suzuki) fue campeón, el pasado año, ganando solo un gran premio”.

Insistiendo Miller en que no le importaría que lloviese, los hay como Bagnai y su compatriota Franco Morbidelli e, incluso, Quartararo, que preferirían que no lloviese. “Yo he de reconocerlo: nunca he sido veloz en agua, aunque siempre se ha dicho que existe un día que, de pronto, lo eres, pero no sé, sigo prefiriendo correr sobre seco”. “Yo, simplemente, por curiosidad quiero comprobar si la Yamaha de este año es mejor que la del pasado curso en mojado, cuando no me sentí nada cómodo con ella”, señala Quartararo.

Miller, el último ganador de un gran premio (por cierto, llevaba cinco años sin ganar un GP, lo hizo en Holanda, bajo la lluvia, vaya), insiste en que “con o sin lluvia, tengo una relación de amor-odio con este trazado porque he vivido momentos preciosos, como la victoria en el 2014 en Moto3 y momentos duros. Así que, ahora, viniendo de un triunfo en Jerez donde se me han juntado todas las emociones y más sabiendo que en Australia los míos y toda la afición lo han disfrutado muchísimo, espero que me salga una gran carrera”.

Quartararo espera poder frenar el impulso de las tres Ducati en Le Mans, pese a la reciente doble operación en el brazo derecho, el que se le agarrotó impidiéndole, en Jerez, conseguir su tercer triunfo consecutivo este año. “Jerez fue frustrante para mí, pero ya estoy listo para pelear, de nuevo, por la victoria”, señala el ‘Diablo’.

Marc Márquez no cesa en su rehabilitación

Marc Márquez sigue peleando, trabajando, endureciéndose para la batalla, que sospecha será larga. “¿El brazo?, bueno, ahí está. Tengo molestias en la parte del hombro, porque el húmero también es parte del hombro. Va mejorando, pero no hay mucha diferencia respecto a Jerez. Soy impaciente y le pregunto al doctor que quiero mejorar más y me dice: ‘Mira, chico, si quieres mejorar, párate un mes, entrenas sólo el brazo y volverás mejor’. Pero tampoco es eso, así que se necesito paciencia y hacer lo nuestro». 

«De Jerez a Le Mans, me ha costado bastante recuperarme, sobre todo de la contusión cervical y también del esfuerzo del brazo derecho. Es una cosa que sabíamos y la tenemos que aceptar, hace falta tiempo para volver al 100%. No tenemos tiempo, así que no queda otra que respetar los días y los descansos. Visité a mis médicos y vimos que estaba todo bien, todo correcto y hemos incrementado un poco la preparación física en el gimnasio. También intentaremos después de Le Mans incrementar la preparación física con la moto, introducir un día de moto entre carrera y carrera a ver cómo afecta al cuerpo. Poco a poco, igual si llueve nos ayuda, pues el estrés de todo un fin de semana en seco es insoportable”.