Pol Espargaró y KTM han dado un paso al frente

Pol Espargaró acoplado al máximo a su KTM

Pol Espargaró acoplado al máximo a su KTM. / EFE

Josep Viaplana

Josep Viaplana

Todo son sonrisas en Mattighofen, donde está ubicada KTM, una moto que se está poniendo de moda también en MotoGP. La sexta posición de Pol Espargaró en Le Mans le ha dado alas al constructor austríaco, que ya sueña en entrometerse en la lucha que mantienen los constructores japoneses con Ducati.

Fue un fin de semana para enmarcar en el equipo Red Bull KTM Factory Racing. En gran parte, obviamente, por el fantástico rendimiento de un Pol Espargaró que sigue quemando etapas en su progreso de crecimiento mutuo con el constructor austríaco. El sábado fue duodécimo, lejos del quinto puesto en la parrilla que logró en Austin, la mejor clasificación histórica de KTM en una pelea por la pole. El domingo explotó. El piloto de Granollers fue sexto, el mejor resultado en seco con la KTM, tras finalizar octavo en Austin.

El paso hacia delante que ha dado Polyccio y KTM es una evidencia, aunque contrasta con los problemas que encuentra el francés Johann Zarco para conducir la moto. El piloto y su moto han experimentado una notable mejoría con respecto a 2018 y hay  un hecho irrefutable que lo demuestra: En Le Mans se quedaron a 3 segundos del podio.

La euforia en el box de KTM no era tan elevada como cuando subió al podio en Valencia la pasada temporada, pero sí más realista. “Estoy súper orgulloso cuando miro los resultados del año pasado o de hace dos años y lo que podemos hacer ahora y lo que estamos logrando. Tengo todo lo que necesito para seguir apretando”, explicó el piloto catalán, que es noveno en la general del campeonato. Lo más importante es que todo apunta a que estos resultados no son fruto de la casualidad sino del empeño de la marca por ser competitivos también en MotoGP.