Pendientes de Márquez

Mientras el GP de Catalunya calienta motores este jueves en el Circuit de Barcelona, Marc Márquez ha entrado en quirófano a muchas millas de distancia, en la clínica Mayo de Rochester (Minnesota). El doctor Joaquín Sánchez Sotelo, una eminencia en cirugía ortopédica en Estados Unidos, no daba crédito cuando le hicieron llegar las pruebas diagnósticas del brazo derecho de Marc. La fractura de húmero que sufrió en aquella maldita caída de Jerez 2020 y que desde entonces le ha obligado a operarse en tres ocasiones, nunca quedó atrás y desde hace meses el piloto y su equipo ya asumían que sería necesaria una cuarta intervención.

Todos con marc

“La rotación del húmero es muy superior a la que preveíamos. Marc ha hecho lo indecible para seguir pilotando en esas condiciones”, explicaba su manager Emilio Alzamora, pendiente del teléfono ante posibles novedades, aunque por la diferencia horaria las noticias se hicieron esperar. Algunas fuentes cifran en un 33% la desviación del hueso a la altura del codo, lo que puede dificultar incluso la vida ordinaria y no digamos ya pilotar una pesada MotoGP a más de 300 km/hora.

La intervención es delicada y cuenta con la participación de un amplio equipo de especialistas. Aunque este viernes el equipo dará más información, en el mejor de los casos la recuperación se estima en un periodo de cuatro a cinco meses, aunque Alzamora pide que no haya presión este aspecto. “Los timmings ahora son lo de menos, lo importante es que la operación vaya bien y que cuando vuelva, Marc esté en óptimas condiciones. Los médicos nos han dado garantías”, precisa.

Su hermano Álex ha hablado con DAZN y ha contado que tenía noticias de que Marc "ya está siendo operado". El piloto de LCR apuntaba que "los médicos nos dan tranquilidad. Ojalá salga todo bien y sea la definitiva”.

Una baja que se deja notar

En el paddock de Montmeló la ausencia de Márquez pesa como una losa. El ritmo de venta de entradas no es tan optimista como en ediciones anteriores y el club de fans del piloto de Cervera no tiene los alicientes de cada año en casa. En el equipo Repsol Honda los ánimos tampoco son los mejores. El lunes, tras la carrera, afrontan un crucial test en el Circuit y tendrán que apañárselas sin Marc para evolucionar la RC213V, una moto complicada hasta ahora. 

Pol Espargaró asumirá el desarrollo de la moto de 2023 sin saber aún si él tendrá continuidad en el equipo. Admite que la baja de su compañero es un golpe: “No tener a Marc aquí es un problema para todos, pero no creo que yo tenga más presión. Seguiré tratando de ser la Honda más rápida, como en cada fin de semana. Seguiré peleando con las herramientas que tengo. Y sé que Marc volverá mucho más fuerte. Se suele decir siempre, pero en este caso es cierto”, asegura.

El reserva Stefan Bradl, que en los últimos tres años ha tenido que sustituir a Márquez ya en 18 ocasiones, toma el relevo muy posiblemente hasta final de temporada. “Estoy aquí para todo lo que HRC necesite, hasta la vuelta de Marc. Visto el nivel que hay en MotoGP sabemos el reto que tenemos por delante, pero confío en que trabajando con Honda y el equipo podamos conseguir algo. Será importante dar muchas vueltas y prepararnos bien para el test del lunes”, señala el alemán.

Dani Pedrosa se solidariza también con quien fue su compañero en Honda: “Entiendo sus miedos, el sufrimiento, la incertidumbre... son momentos duros. Y para los fans es un jarro de agua fría”, reconoce.