Las dos caras de Maverick Viñales

Maverick Viñales, en el box de Yamaha

Maverick Viñales, en el box de Yamaha / motogp

Laura López Albiac

Laura López Albiac

Nunca había tenido una oportunidad como la de este año para hacerse con el título de MotoGP. Pero a MaverickViñales le falta, de momento, la solidez necesaria para ir a por su objetivo. Su temporada es una auténtica montaña rusa, encadenando actuaciones memorables con carreras desastrosas. Así es muy difícil cumplir el sueño de ser campeón y 'Mack' lo sabe.

La lesión de Marc Márquez en la carrera inagural de Jerez les despejó el camino a sus rivales directosViñales, tercero en el Mundial a 18 puntos del líder Fabio Quartararo y a 10 de Joan Mir, sigue en la lucha por el campeonato a falta de seis carreras. Todo puede ocurrir y el ‘12’ está a tiempo de corregir el rumbo.

Decepción en el Circuit

En el GP de Catalunya, el pasado domigo, Viñales fue la gran decepción entre los favoritos. A Dovizioso le tiraron, pero Maverick, que venía de ganar en Misano, no encuentra explicación a su pésimo fin de semana. Arrancó quinto en parrilla, la peor Yamaha, y tras una salida para olvidar que le hizo retroceder dieciséis posiciones, el de Roses acabó conformándose con la novena posición final, favorecido por las caídas delante, sumando 7 puntos que le sirven, como mínimo para mantener su candidatura al título.

Maverick llegó a Barcelona dispuesto a asaltar el liderato , que tenía a solo 1 punto, y con la moral por las nubes después de su triunfo en Misano. Allí aseguró que había encontrado por fin la receta del éxito, preparar la moto para la carrera. Pero tras el fiasco en Montmeló, su discurso fue justo al contrario: “Nada de setting para carrera, hay que salir delante, no hay más”, advirtió.

 “Es difícil de digerir todo esto, vengo de ganar y sentirme tan bien en Misano y recibo un jarro de agua fría. Es complicado mantener la motivación y la velocidad porque por más que te esfuerzas siempre pasa lo mismo, el problema de la salida. A la que fallas en la Q2 y no sales en primera linea ya está, la carrera se ha acabado. Lo más que puedes hacer es defenderte”, se lamentó.

¿Qué ocurre para que de una carrera a otra se produzca un cambio tan radical de prestaciones?. Maverick asegura que “no entiendo nada. Si salgo delante y me escapo puedo frenar super tarde y entro en la curva y se saca el tiempo. En cambio, si voy dentro del grupo, los demás llegan más rápidos y hay que frenar antes porque sino o los esquivas o te los llevas puestos”.

Viñales tampoco le convencen los argumentos de Yamaha: “Su explicación es que la moto está bien. Y no lo está porque todo el mundo me pasa en la recta, este año sufrimos. En Misano salió bien lo de trabajar para la carrera porque rodamos muchos allí en test y ya teníamos el setting, pero en Barcelona buscamos la puesta a punto para la carrera y la moto era diferente y no dio para la qualy. Hay que preparar la moto para hacerla pole y salir primero, no hay más”

Por ahora ha alternado las posiciones de podio (2º en las carreras de Jerez y 1º en Misano), con actuaciones tan poco convincentes como las de Brno, Austria o Barcelona, pero en su favor hay que destacar que salvo su caída  en el GP de Estiria, donde se tuvo que tirar de la moto a 220 km/h tras quedarse sin frenos, Maverick ha puntuado en las demás carreras.

La paradoja es que, a pesar de todos sus problemas, Viñales mantiene sus intactas opciones a la corona de MotoGP y la Yamaha, aún con su déficit de velocidad punta, se muestra como la moto más competitiva en muchos circuitos. Lidera Quartararo y hasta tres M1 han ganado carreras este año. "El Mundial sigue estando abierto y lo estará hasta las dos últimas carreras. Nos falta constancia y eso es lo que tratamos de solucionar", reconoce Maverick. Tiene seis carreras (Le Mans, los dobletes en MotorLand y Valencia y el final inédito en Portugal) para conseguirlo.