Maverick Viñales explota contra Yamaha

Maverick Viñales acabó el fin de semana en Alemania con el peor resultado de su vida en MotoGP, salió el 21º en parrilla y cruzó la meta en la última posición, a 25 segundos de Marc Márquez que acabó primero. Durante todo el fin de semana Yamaha y, especialmente, la moto de Viñales, mostraron un nivel muy por debajo de lo esperado, y más teniendo en cuenta que en 2019 el piloto consiguió podio en el trazado alemán y esperaba conseguir de nuevo un buen resultado.

Durante la carrera, la única Yamaha que pudo luchar por el podio fue la de Fabio Quartararo que finalizó tercero, aunque en ningún momento tuvo ritmo para plantearse luchar por la victoria. Viñales acabó la carrera más decepcionado que nunca y al preguntarle sobre qué había pasado el español se mostró completamente abatido: "no se realmente qué ha pasado, hay un problema grande de parte del box, ya veremos si se arregla o no, un desastre... ha sido un desastre".

A medida que iban pasando las vueltas, Viñales hacía un gesto con el brazo cada vez que entraba en la recta de meta y aseguró que "no entré a boxes de milagro, la verdad que era una vergüenza, cuando estaba detrás de los demás sabía perfectamente el nivel que hay, ya veremos qué pasa, no lo tengo muy claro." aseguró el español. Maverick tiene claro dónde está el problema y está cansado de la falta de respuestas por parte de Yamaha: "cada día les digo lo mismo, el problema que hay en la moto, les repito lo mismo desde hace tres años, esperemos que se resuelva pronto. Siempre tengo el mismo problema y es que patino mucho, la rueda trasera me patina mucho, llevo desde Portimao diciéndolo y no hay solución ninguna" explicó.

Viñales se siente completamente frustrado, sigue trabajando para mejorar la moto pero tras muchas carreras el resultado sigue siendo en mismo y no encuentra la motivación para llegar a Assen, la última carrera antes del parón del verano: "Tengo muchas ganas de irme a casa, es complicado porque en la pista ves cómo van los demás y cómo vas tú. No sé qué pasará en Assen, haré lo mismo que aquí, sé que mi trabajo es recoger datos, es triste pero es lo que hay" confirmó decepcionado el de Roses.

El de Yamaha está convencido de que desde el equipo no le prestan la atención necesaria como piloto y que su problema principal reside en que tiene que correr con la configuración de Fabio Quartararo: "no puede ser que lleve dos años usando la puesta a punto de mi rival, cada piloto tiene su estilo y cada día me están enseñando a pilotar. No quiero usar la puesta a punto de Fabio porque no conduzco como él, a mí eso no me funciona, quiero que me hagan una moto para mí. No quiero estar usando la puesta a punto de los demás cada día, no estoy aquí para coger datos ni para hacer de piloto de pruebas. Esto ya empieza a parecer una falta de respeto" concluyó el español.