El error garrafal de Aleix Espargaró que le dejó sin podio en Montmeló

Cruel final para el fin de semana de Aleix Espargaró en el circuito de casa. Ese desde el que escuchaba el rugir de las motos cuando estaba en el colegio. Ese que conoce bien y en el que aspiraba a la victoria después de liderar el sábado y salir desde la 'pole'.

El piloto de Granollers había dado ya por perdida la primera plaza, con un Quartararo muy distanciado. Peleaba por la segunda posición con Jorge Martín. Faltaba una vuelta y entonces llegó el error. Aleix creyó que la carrera había acabado y tras cruzar la recta de meta frenó la moto y negando con la cabeza, se dispuso a saludar al público.

Todos pensaban que algún error mecánico había truncado la carrera de Aleix, pero no. Unos segundos preciosos tardó el piloto catalán en darse cuenta de que el resto seguía tirando y entonces volvió a pista, a la caza de Luca Marini. Solo pudo ser quinto y la desolación se apoderó de él tras acabar. Agazapado en la moto, con las manos en la cabeza, no se podía creer lo que había pasado.

Se repetía la imagen de Julito Simón hace unos años, en este mismo circuito, con su mecánico, Salva Franco, el mismo que, curiosidades de la vida, hoy estaba en el box de Aleix, gritándole desde la valla que la carrera no había acabado.

Las imágenes en su box, aplaudido por su equipo, llorando y escondido en un rincón, con Mia y Max, sus gemelos, intentando consolarle, fue desoladora. Incluso Carmelo Ezpeleta, CEO de Dorna, se acercó a dar ánimos al piloto que tiene que cerrar capítulo y pensar en Alemania.