El análisis del GP de Portugal de MotoGP

Fabio Quartararo consiguió en Portimao la segunda victoria en tres carreras esta temporada

La presencia de Marc Márquez en el GP de Portimao fue la mejor y la más esperada noticia

Quartararo volvió a ser el mejor

Quartararo volvió a ser el mejor / EFE

Josep Viaplana

Josep Viaplana

Quartararo vuelve a presentar candidatura

Fabio consiguió en Portimao la segunda victoria en tres carreras esta temporada, las dos últimas consecutivas y ello le permitió auparse a un liderato que en las dos primeras carreras retuvo su compatriota Johann Zarco. No lo tuvo fácil para ganar, ya que Álex Rins le apretó mucho, sin darle respiro, pero la decisión de montar un neumático duro trasero le permitió conducir más cómodo mientras que el barcelonés de Suzuki, que fue el único enemigo, se subía por las paredes para mantener la línea.

Quartararo, que acabó siendo el gran derrotado del 2020 al desaparecer en la segunda parte del campeonato, se está reencontrando a sí mismo delante de la cita de Jerez, donde el año pasado se impuso por partida doble y ha sumado unos puntos que le pueden ser cruciales a final de año. Fabio ha presentado otra vez la candidatura al título.

La regularidad es muy importante

Estamos ante un campeonato muy igualado, en el que muchos pilotos se ven capaces de luchar por las primeras posiciones y ello provoca errores, roces y toques constantes en la pista, que provoca cambios constantes en la clasificación. Al final, como demostró Joan Mir el año pasado, la regularidad es muy importante.

Quartararo, que ahora se ha puesto líder con 15 puntos sobre Bagnaia, tiene una ventaja ya de 20 sobre Maverick Viñales, su compañero de equipo y que fue de los grandes derrotados del día. El de Roses arrancaba duodécimo y tuvo una salida nefasta, que le llevó a ocupar en las primeras vueltas la última posición del pelotón (21º). Viñales pudo arreglar algo el desaguisado en las últimas vueltas, sobre todo recuperando posiciones a costa de los errores de sus adversarios, pero para un piloto que tiene que pelear por el título nos sabe a poco.

Marc Márquez, quien tuvo retuvo

Independientemente de los resultados, la presencia de Marc Márquez en el GP de Portimao fue la mejor y la más esperada noticia. Aire fresco para un campeonato que no puede perder a su campeón y a su máxima figura. El de Cervera, dentro de las limitaciones de no poder conducir su moto en un año, con las lógicas secuelas físicas y psíquicas, fue el gran protagonista en todo lo que ha hecho, cómo lo ha hecho y en una velocidad de aprendizaje que ha superado las expectativas previstas.

Después de la doble cita de Catar ya intuíamos todos –Márquez el primero- que su reaparición estaba más cerca que nunca. Su premisa fue no precipitarse, prepararse para ser competitivo poco a poco, sin errores y pese a que para ello tuviera que recurrir a las ‘armas’ de un viejo diablo para acortar los plazos. Que nadie dude de que este campeonato está abierto y en los pronósticos no se puede olvidar a Marc, que merece un cálido y fuerte aplauso.