Àlex Márquez: "La lesión de Marc me puso más presión"

Àlex Márquez, pletórico tras su podio en Aragón

Àlex Márquez, pletórico tras su podio en Aragón / Motogp

A sus 24 años, Àlex Márquez ha sorprendido con su impresionante adaptación a la categoría reina de MotoGP y a la moto más difícil de la parrilla, la Honda , con la que ya lleva dos podios en su primer año y sin el apoyo de su hermano en el boxCharlamos con él antes de afrontar el triplete que pondrá el broche al Mundial en Valencia y Portimao.

A principios de temporada dijo que su objetivo en su primer año en MotoGP era aprender e intentar ser ‘rookie del año’. Después de lograr dos podios consecutivos ¿cómo aspira a terminar la temporada?

He cumplido dos grandes objetivos, primero el podio en agua y sobre todo, un podio en seco. Ahora estoy en un momento bueno, en una dinámica positiva. Y lo que venga a partir de ahora, bienvenido sea, será un regalo. Estoy empatado a puntos con Brad Binder en la clasificación para el mejor rookie y está claro que ese será el objetivo en las tres carreras que faltan. Hay que confirmar muchas cosas que vimos en Aragón en otros circuitos pensando en la temporada que viene.

Desde fuera, lo que se ve son sus dos podios, pero en entrenamientos ya mostró un salto cualitativo importante antes de eso. ¿En qué momento se produjo ese cambio?

Digamos que hasta las carreras de Austria y la primera de Misano era una temporada diferente. Al principio del año yo pedí no cambiar mucho la moto, les dije a los ingenieros que no se volvieran locos con el setting, porque creía que era yo el que aún me estaba adaptando a la Honda. En ese punto, pensé que era el momento de probar cosas diferentes, porque con el primer set up habíamos topado con un muro. En el test de Misano pudimos probar muchas cosas. Desde la pretemporada en Catar no había tenido la oportunidad de estar un día entero en pista ensayando soluciones, solo en los fines de semana de gran premio y eso para un rookie es muy difícil.

¿Dónde están las claves de su progresión?

En ese cambio de setting y en el tiempo para acostumbrarse, ya que no fue un cambio inmediato. Había mucho potencial pero tenía que entender cómo aprovecharlo. Por eso remarco tanto el test de Misano, porque allí tuve la opción de encontrar el mejor paquete para nosotros dentro de todas las posibilidades que teníamos con la Honda.

Una liberación

¿Al subir al podio en Le Mans y Aragón, sintió que se había sacado un peso de encima?

Está claro que cuando te marcas un objetivo y lo consigues la sensación es muy buena. No es que te saques un peso de encima, es más bien una recompensa, porque a veces trabajas y trabajas y los resultados no salen y otras ves que el trabajo da sus frutos. Y esto no se para aquí. Todo lo que venga en las tres próximas carreras será un plus.

¿En qué ha notado más el cambio de categoría? ¿Qué le gusta y le disgusta más?

Lo que más me gusta es que piloto una moto de gran premio cien por cien y todo lo que puedo trabajar dentro del box. En Moto2 y Moto3 estás más limitado. Aquí te pasas la tarde con el equipo y estás 24 horas pensando en qué puedes mejorar de cara al día siguiente. Eso, para alguien al que le gustan las motos, que le apasionan como a mí, es importante, me encanta. ¿Y lo peor? Con una moto con tanta potencia, cuando tienes un mal día se pasa muy mal. Es así.

¿Sigue pensando que es una estrategia acertada por parte de HRC situarle la próxima temporada en el equipo  satélite? Si se lo propusieran ahora ¿se quedaría donde está?

Para mí irme la próxima temporada al LCR no significa dar un paso atrás, sino un paso al lado, porque como piloto aún puedo seguir creciendo mucho y seguramente allí podré hacerlo con menos presión y sin la exigencia de resultados que tienes en un equipo como el Repsol Honda, donde cada fin de semana tienes que intentar estar en el podio o al menos entre los cinco primeros. Es un paso al lado que me ayudará a crecer y por qué no, en un futuro a intentar volver aquí, al equipo oficial.

Este último año ha sido casi una vida para usted: ha pasado de ser campeón de Moto2 a ser reclutado por Honda en MotoGP junto a su hermano, renovar con HRC, el futuro en LCR, sus primeros podios en la categoría reina… y todo ello con la pandemia de por medio. ¿Cómo lo ha vivido?

No ha sido fácil, la verdad. Cuando se aplazó el calendario del Mundial por el coronavirus fue una mala noticia. Sabía que las primeras carreras son muy importantes en una temporada normal, para hacerse valer y tener un buen sitio. No tenía la oportunidad de demostrar dónde merezco estar. Me preocupaba mucho no saber si renovaría, si creerían en mí, no saber qué pasaría con mi futuro….en casa todo esto me angustiaba mucho. Con la pandemia todo se complicó y estos meses he tenido que controlar las emociones, aunque la experiencia me servirá para el futuro porque estas situaciones te hacen más fuerte. Lo importante es que estamos acabando bien la temporada… a ver si el Covid nos permite acabar este campeonato con normalidad.

Sin Marc

¿Una vez ha llegado a MotoGP, ser hermano de Marc Márquez es más una ventaja o desventaja?

Sinceramente, es más una desventaja por toda la presión mediática que tienes. Lo noté más al entrar en el equipo oficial con él como compañero y después con la lesión, que hizo que toda la responsabilidad del equipo recayera en mí siendo un rookie…Cuando Marc se hizo daño yo no había casi ni acabado de aterrizar en el equipo y la categoría. Fue duro y me puso más presión. Ser su hermano lo llevo bien, con los años he aprendido muchas cosas y he sabido sobrellevarlo, pero está claro que no es fácil…

Usted siempre ha aguantado con paciencia y naturalidad la etiqueta de ‘hermano de…’ pero en Aragón estalló. ¿Está siendo un año más difícil de lo normal en este sentido?

Había que cortarlo, porque en cada gran premio, a veces con cinco días de diferencia, me preguntaban por el estado de salud de Marc y mi respuesta siempre era la misma. Yo no debo ser quien informe de la lesión de Marc, eso le corresponde al equipo o a Emilio (Alzamora, su manager). Por lo demás no me molesta que me pregunten por Marc en términos deportivos, es normal.

En clave de Mundial ¿a qué piloto ve campeón?

Creo que ahora mismo Joan Mir es el que tiene mejores números y está fuerte, pero si las dos carreras de Valencia son en seco y también Portimao, las Yamaha no han dicho su última palabra, porque en Cheste siempre han ido muy rápidas. En Aragón Fabio Quartararo se sacudió un poco la presión y si puede volver a ser el de Jerez, es un candidato serio. Creo que la cosa estará entre él, Mir y Viñales, aunque Morbidelli y Rins pueden acabar siendo los jueces de este Mundial. Está muy emocionante.

¿Qué le falta como piloto para redondear el año y mantener la regularidad en la categoría?

La verdad, aún no sé cómo puedo ser regular, porque solo he tenido carreras buenas en Le Mans, Aragón y Misano. En las tres últimas se verá. No digo que vaya a estar en el podio cada fin de semana, porque no será así y hay que tocar con los pies en el suelo. El objetivo debe ser terminar regularmente en el top diez y confirmar el paso adelante que hemos dado. Pero me queda mucho por aprender y sobre todo en el ‘qualy’. Debo entender mejor la moto a una vuelta y con neumático nuevo, porque nuestro ritmo de carrera no está mal, pero saliendo tan atrás pierdes mucho tiempo batallando para llegar al grupo delantero.

Después de esta gran primera temporada ¿se siente convencido de poder luchar por el título en el futuro?

¿El título? Eso son palabras mayores, pero soñar es gratis y yo espero tener algún día al menos la oportunidad de luchar por ser campeón. Veo que no es imposible. Hay pilotos como Fabio o Mir, que no hace mucho eran rivales míos en las categorías inferiores y a día de hoy están peleando por el título de MotoGP. Eso es una gran motivación para mí , me da esperanzas y está claro que yo también lucharé por mis sueños.