Los consejos de Crivillé si tienes un hijo que quiere ser piloto

Àlex Crivillé

Àlex Crivillé / DAZN

EFE

Àlex Crivillé, el primer campeón del mundo español en la categoría reina del mundial de motociclismo, por entonces los 500 c.c., recuerda que comenzó a montar en moto con sólo cuatro años, con una Montesa Cota de 25 c.c.

"Sólo deseaba que llegará el fin de semana para estar todo el tiempo montando en moto", recuerda Crivillé, quien debe su nombre a Álex Soler-Roig, piloto español que disputó el Campeonato del Mundo de Fórmula 1 en la década de los años setenta.

Obviamente, en su casa se respiraba la pasión por los deportes del motor y pronto vieron que el pequeño Álex tenía un don especial para pilotar, motivo por el que Àlex Crivillé señala con cariño en una nota de prensa de AMV, compañía de seguros de la que es embajador que "cualquier padre que percibe un interés o una pasión de su hijo por las motos, o por cualquier deporte, lo primero que hace es fomentar ese entusiasmo y hacer todo lo posible para que el chico disfrute haciendo lo que realmente le apasiona".

Para Crivillé el hecho de ser piloto viene de haber vivido la cultura de la moto desde muy pequeño. "Normalmente se trata de niños que han vivido la cultura de la moto desde la cuna porque sus padres o sus familiares más cercanos siempre han sentido pasión por el motociclismo, aunque también existe el caso de niños que desarrollan su pasión por la moto por ellos mismos y muestran unas aptitudes perfectas".

No hay una edad para comenzar en el mundo del motociclismo desde el punto de vista del embajador de AMV, pues "eso depende mucho de cada caso, pero hay niños que desde muy pequeños ya tienen un instinto y unas aptitudes que se pueden percibir a simple vista. No existe una edad específica para iniciarse. Hay niños que con cuatro años ya muestran maneras y otros que, hasta mucho más tarde, no comienzan a decantarse para la moto".

"Un niño debe cumplir con unos requisitos mínimos para comenzar a montar en moto. El más importante es tocar con los pies en el suelo cuando la moto esté parada", afirma el doble campeón mundial.

Crivillé destaca que ahora "existen muchos centros especializados y escuelas para que los más pequeños se inicien de forma segura mientras aprenden y disfrutan de la moto".

"Normalmente, son cursos de formación en los que se incluye teoría y práctica con motos de poca cilindrada (50 c.c.) y muchos de estos centros son los encargados de facilitar el material a los niños y las únicas condiciones que imponen, básicamente, son dos: que el niño sepa montar en bicicleta y que en todo momento esté acompañado por un adulto", narra Àlex Crivillé.

El campeón del mundo de 125 c.c. en 1989 y de 500 c.c. en 1999, destaca que su consejo principal "es que el niño se lo pase bien mientras aprende a tener un control de la moto. El hecho de que padre e hijo compartan una misma pasión crea un vínculo emocional muy fuerte, algo que es maravilloso".