APUESTA ENERGÉTICA

Mazda confirma su compromiso con la eficiencia

La marca encarga un estudio universitario en el que se desvela la mejora en consumos y eficiencia de sus modelos en condiciones reales de conducción.

Uno de los Mazda CX-5 utilizados en el estudio del INSIA.

Uno de los Mazda CX-5 utilizados en el estudio del INSIA. / motor

Francesc Branchat

Las normativas sobre la emisión de gases contaminantes son el caballo de batalla de todos los fabricantes de automóviles desde hace tiempo. Luchar contra el cambio climático es una obligación. Por eso la preocupación por la sostenibilidad del planeta es una constante, y algunos más que otros están obteniendo buenos resultados a la hora de controlar esos ‘malos humos’.

Los últimos estudios apuntan a que a finales de 2017 se habrán emitido 41,5 gigatoneladas de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera, una cifra preocupante.  Los informes de los especialistas en la materia apuntan que casi el 90% de las emisiones de CO2 que genera la actividad humana (36,8 gigatoneladas este año) proceden del uso de combustibles fósiles y la industria. Siendo el transporte un 40%. Aunque para que luego le echen siempre la culpa al coche: 15 de los barcos mercantes más grandes del mundo contaminan lo mismo que 760 millones de coches.

Hay que ser realistas. En la actualidad 100 vehículos diesel contaminan lo mismo que uno de los años 70, lo que demuestra que se ha avanzado mucho en la tecnología de motores. Por eso hay que seguir mejorando.

En Mazda llevan tiempo trabajando para minimizar el impacto. Con buenos resultados. Sin embargo, algunas marcas toman otros caminos y se lanzan a la hibridación y a la producción de vehículos eléctricos para minimizar su factura de emisiones global, pero esa no es la solución.

No olvidemos que para generar la electricidad necesaria para cargar un coche eléctrico de 30 CV es necesario consumir carbón o petróleo, ofreciendo una media de emisiones equivalentes a 200 y 156 gramos de CO2 por kilómetro, respectivamente.

El dieselgate hizo mucho daño al sector y eso por eso que hay que apostar por la transparencia a la hora de informar sobre las emisiones reales.

LA APUESTA DE MAZDA

Mazda está desarrollando motores más eficientes y, con ello, menos contaminantes. Para seguir avanzando en su trabajo la marca ha desarrollado la tecnología Skyactiv que propone soluciones reales a problemas reales. Las últimas generaciones de los motores que montan los vehículos de Mazda se ciñen a protocolos muy estrictos, pero para seguir avanzando hay que afinar cada vez más. La llegada de Skyactiv-X en 2019 contribuirá a esa mejora sustancial.

Desde Mazda apuestan por la investigación de los motores de combustión, y uno de sus trabajos más recientes es un estudio sobre consumo y emisiones de vehículos en condiciones de tráfico real. Una norma que será obligatoria para medir las emisiones de todas las marcas.

La tecnología que emplea Mazda en sus motores permite reducir un 30% el nivel de emisiones contaminantes. En la gama actual el 33% de los motores de Mazda cumple con la actual normativa Euro6, mientras que la media del resto de fabricantes apenas llega a un 11%. La marca cree que en 2035 el 85% de los automóviles seguirán disponiendo de motores de combustión interna, por eso en su programa Vision Mazda 2030 la marca propone seguir trabajando para reducir las emisiones en sus vehículos en un 50%, siendo un 90% en el año 2050.

El estudio desarrollado por Mazda España se ha realizado en colaboración con el Instituto Universitario de Investigación del Automóvil en la Universidad Politécnica de Madrid, y los resultados ofrecen pruebas concluyentes de que la labor de la marca está en el buen camino. Tanto los consumos como las emisiones obtenidas sobre el análisis comparativo de tres coches de gasolina, uno hibrido y cuatro diesel (de varias marcas) confirman que las mejoras introducidas en los motores de la marca japonesa tienen un efecto real.

CÓMO SE HIZO LA PRUEBA

Se realizaron test con todos los modelos equipados con equipos de medida con MIVECO-PEMS V3.0 montados sobre la parte posterior, introduciendo sensores de NOx y sonda Lambda proporcional, caudalímetro y sensor de velocidad Doopler.

En el interior los ingenieros contaron con un sistema centralizado de adquisición de datos con ordenador que incluía lectura de señal OBD, batería con inversor para a alimentación eléctrica autónoma y un analizador de NOx Horiba Mexa 720 y Etas Lambda LA4.

Sobre el techo se montaron una estación metereológica y un GPS, mientras que en el frontal colocaron sensores de RPM y tempertura de agua de refrigeración del motor. Con todo ello, los coches laboratorio salieron a rodar, ofreciendo resultados muy interesantes.

RECORRIDOS VARIADOS

En el estudio de la Universidad Politécnica el Mazda CX-5 es uno de los modelos que sale mejor parado respecto a sus cifras de consumo y emisiones. En los test realizados se determinaron los resultados en base a rutas reales de conducción, con 23 kilómetros en recorrido urbano (a 22 km/h de media), 28,8 kilómetros en camino rural (a 66,4 km/h de media) y 24,5 kilómetros en autopista (a 104,4 km/h de media). Los motores diesel demostraron una mayor eficiencia de consumos y emisiones de CO2, dándose la paradoja que el Mazda CX-5 diésel arrojó un menor consumo que el modelo híbrido analizado (6,2 litros frente a 7 litros).

En el recorrido urbano los modelos de Mazda ofreciendo mejores resultados con desviaciones de solo un -2 y 17 % en gasolina y diesel, frente a l 22% de la media de los modelos analizados. Lo mismo ocurrió en el tramo rural, con un 38 y un 30% de desviación frente al 48% de la media. Y en autopista, nuevamente los Mazda de gasolina y diesel fueron más eficientes con un 43 y un 24% frente al 45% de la media. Trazando una comparativa total, el CX5 de gasolina arrojó un 20%, mientras que el diesel un 23%, menos que la media de los analizados que llegó al 38%.

Con este estudio del Instituto Universitario de Investigación del Automóvil (INSIA) se demuestra que la eficiencia de los modelos de Mazda es una realidad y que el trabajo con la tecnología Skyactiv es positivo. Con la llegada de la tecnología Skyactic-X se conseguirá reducir aún más esas cifras, llegando en 2019  a un 30% más en la eficiencia de los motores Mazda.

El futuro ofrece muchas oportunidades, y desde Mazda van a desgranar, una a una, todas las opciones para conseguir vehículos más eficientes y respetuosos con el medio ambiente y con el bolsillo de sus clientes.