UNA SITUACIÓN INSOSTENIBLE

Tesla pierde 6.500 dólares por minuto

Según los analistas se quedaría sin dinero este año si no se consigue una inyección importante de capital.

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Elon Musk debe actuar para solucionar esta situación. / TESLA

Àlex Soler

Àlex Soler

Ya en noviembre, las previsiones de gasto de Tesla no eran demasiado positivas. De hecho, tal y como publicó Motor Zetael gasto de efectivo de la marca ascendía a casi medio millón de dólares por hora, unos 8.000 dólares por minuto. A ese ritmo, la agencia Bloomberg vaticinaba que la empresa se iba a quedar sin efectivo en agosto. Ahora, medio año después, la situación de Tesla no ha mejorado.

Actualmente, Tesla es noticia por otro retraso en la producción del Model 3, aunque Musk ha asegurado recientemente que ahora sí que ya están listos para dar un salto de volumen a su producción, por un accidente mortal de un Model X en una autopista de California con el Autopilot activado y, como apuntan varios medios económicos, por el valor de sus acciones, que ha caído un 24% desde que el pasado septiembre alcanzara su valor récord. De hecho, marzo fue el peor mes en cuanto a su cotización desde 2010, con una caída del valor de sus acciones del 22%. Mientras los analistas de todo el mundo auguran un futuro, muy próximo, terrible para la empresa. Musk celebró el día de los inocentes en Estados Unidos, el 1 de abril, bromeando acerca de la bancarrota de la empresa en Twitter.

Pese a la broma, según BloombergTesla quema ahora 6.500 dólares por minuto o, lo que es lo mismo, 390.000 dólares por hora o 9.360.000 dólares al día. A este ritmo, varias fuentes apuntan que podría quedarse sin efectivo durante el año 2018, si no llega antes una inyección importante de capital. Desde el tercer trimestre de 2016, la empresa no presenta beneficios y, aunque Musk asegura que a partir de ahora empezarán a presentar beneficios de forma continuada, los inversores están preocupados. El primer examen será el día 2 de mayo, fecha en la que Tesla presentará su informe de ganancias.

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INGRESOS POR TRABAJADOR

Tesla cuenta con unos ingresos por trabajador realmente bajos si se compara con otras empresas, ya sean del sector del automóvil o no. Por ejemplo, Netflix recibe más de dos millones por trabajador y General Motors y Ford, cerca de 750.000 dólares. En cambio, Tesla apenas recibe 300.000 dólares por trabajador. Esto se debe a que, pese a que Musk aseguraba en el pasado que Tesla sería una de las empresas con un nivel más alto de automatización, ahora cuentan con una plantilla de 40.000 trabajadores, 39.100 más que en 2010, dedicados a producir el Model S, el Model X y el Model 3, además de prepararse para la llegada del Semi, el camión, el Roadster, el deportivo, y un SUV asequible que aún no se ha presentado.

Ingresos por trabajador

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Esta velocidad de contratación es, según apuntan varios medios económicos, una de las causas de los problemas económicos de la marca. "Tesla ha añadido trabajadores más rápido de lo que han aumentado sus ingresos", afirma la agencia Bloomberg. Ahora, como adelantó Motor Zeta, la empresa busca 400 nuevos trabajadores para añadir un nuevo turno a la producción del Model 3 y así alcanzar un nuevo objetivo de producción, 6.000 unidades semanales. Además, en su página de búsqueda de trabajos tiene abiertas casi 3.000 vacantes por llenar.

MUSK COMO INSTRUMENTO PARA ATRAER INVERSORES

Durante los primeros años de Tesla, la empresa vivía de fondos de capital privado, siendo el mayor proveedor de dinero el mismo Elon Musk. En 2004, Musk se hizo con el control de la empresa abonando más de seis millones de dólares y en 2008 consiguió un acuerdo de deuda de 40 millones el día de Noche Buena, justo unas horas antes del límite, para evitar que la compañía se declarara en quiebra

Desde 2010, la empresa ha recaudado dinero vendiendo acciones y bonos convertibles, entre otras prácticas. Entonces, Musk vio como Daimler AG invertía, estratégicamente, en la empresa y adquiría casi el 10% de sus acciones. Toyota también invirtió y cedió la planta de Fremont a Tesla por un precio ridículo. Toyota, tal y como confirmó una portavoz de la marca, vendió el 1,43% que poseía de Tesla en 2016, poniendo punto final a su colaboración. Además, sus políticas sostenibles han llevado a organismos públicos ha subvencionar a la marca varias veces.

Elon Musk tiene un poder sorprendente para inspirar a generaciones y hacer que muchos inversores apuesten por Tesla e inviertan su dinero en la empresa. Sin embargo, según la misma compañía, Tesla terminó el año con 3,4 billones de dólares en efectivo y una deuda de 9,4 billones. Si Tesla no consigue dinero pronto, ni el atractivo de Musk podrá remediar estas cifras.

LAS RESERVAS COMO FORMA DE VIDA

Elon Musk asegura que cuando consiga llegar a las 5.000 unidades producidas semanalmente del Model 3, Tesla será rentable y presentará beneficios. Además, también asegura que no necesitará aumentar su deuda este año y le valdrá con mantener las líneas de crédito actuales. Sin embargo, varios analistas creen que la compañía precisará de, como mínimo, 3 billones de dólares a finales de este año y de 2 billones más en 2019 para que no se quede por debajo del billón de dólares en efectivo, algo que sería muy peligroso.

Aun así, si hay algo positivo en Tesla es la confianza que sus seguidores y clientes depositan en la marca. Según Bloomberg, al término de 2017, Tesla tenía 854 millones de dólares en concepto de depósito pagado por las reservas del Semi, el Model 3 y el Roadster. Este dinero sirve para la marca como un préstamo sin intereses, convirtiéndose en un dinero libre para gastar, porque se descuenta del total del vehículo cuando se completa su venta. Según varios analistas, pero, si Tesla se declarara algún día en bancarrota, estos depósitos podrían no ser nunca devueltos.

En el caso del Model 3, que cuenta con casi medio millón de reservas, Tesla obliga a sus clientes a pagar 1.000 dólares en concepto de reserva. Por instalar sus paneles solares, también se tienen que pagar 1.000 dólares al hacer el pedido. Sin embargo, es en los casos del Semi (20.000 dólares por reservar) y del Roadster (50.000) en los que la empresa sale ganando, ya que ninguno de los dos vehículos está en fase de producción.

CONTROL TOTAL

Elon Musk posee el 20% de la compañía gracias a sus más de 33 millones de acciones. Según las políticas de equidad, cada vez que se venden acciones para conseguir dinero, se diluyen las acciones de los actuales propietarios, haciendo que pierdan control sobre la empresa. Sin embargo, cada vez que ocurre algo así, Musk compra más. El siguiente accionista en la lista sería Fidelity, una compañía estadounidense de servicios económicos, con un 10%. Además, en marzo se aprobó un plan de compensación para el mismo Elon Musk en el que se le otorgarían 20,3 millones de acciones más si, en el plazo de 10 años, consigue aumentar el valor de la empresa en 650 billones de dólares y consigue cumplir sus objetivos de beneficios e ingresos. Así, en un 2028 hipotético con una empresa valorada en 650 billones de dólares, Musk controlaría el 28% de la misma con acciones valoradas en 184 billones de dólares.

Este plan de compensación no solo es provechoso para el emprendedor sudafricano, aunque los objetivos son quiméricos, sino que es un seguro de vida para el mismo Musk, ya que le permite ser CEO de la marca incluso si se llegara a nombrar otro presidente. Es decir, aunque hubiera alguien controlando Tesla, Elon Musk tendría siempre la última palabra. Esto le viene especialmente bien tras conocerse que el próximo 5 de junio la junta de accionistas de la marca votará para decidir si se le sigue permitiendo combinar los roles de presidente y CEO. Esta propuesta, impulsada por el accionista Jing Zhao (12 acciones), podría dejar a Musk sin su cargo como presidente, pero seguiría siendo CEO.

Aun así, para llegar a la situación perfecta para Musk, con ese aumento de su participación en las acciones de la empresa, el sudafricano debe no solo evitar la bancarrota que muchos analistas prevén si no se actúa ya, sino poner en marcha, además, un plan muy ambicioso y arriesgado que permitiera a la marca aumentar su valor a 650 billones de dólares para 2028, un valor que dobla el total de las 10 marcas más valiosas del motor actualmente.