Aston Martin DBX

Aston Martin lo apuesta todo al segmento SUV con el DBX

La compañía se ha desplomado un 75% en bolsa desde octubre. El DBX es su apuesta para recuperarse.

Aston Martin DBX en fase de pruebas.

Aston Martin DBX en fase de pruebas. / ASTON MARTIN

Àlex Soler

Àlex Soler

El Aston Martin DBXel primer SUV de la firma británica, llegará a finales de año con un objetivo muy definido: conseguir nuevos clientes. Si se cumplen las expectativas de la firma de Gaydon, el DBX podría contribuir con 4.000 unidades anuales a las ventas de la marca, que este año espera cerrar con 6.300 coches vendidos, un 11% menos de lo estimado inicialmente.

Solo consiguiendo más ventas se podrá recuperar la esperanza de los inversores y se podrá revertir una situación que empieza a ser preoupante. En ese sentido, desde la llegada de Aston Martin al parqué londinense en octubre, el valor de la marca que creó el coche de James Bond ha caído casi un 75% desde las casi 19 libras (20,8 euros) por acción iniciales hasta las 4,5 libras (4,9 euros) a la hora de la redacción de este artículo.

Un mercado competitivo

"La clave es el DBX, por supuesto", dijo Andy Palmer, CEO de Aston Martin, en atención a los medios en un concesionario de la marca en Tokio. La firma británica necesita vender más vehículos porque los últimos resultados no son demasiado optimistas. La compañía facturó 900.000 libras, unos 986.940 euros, durante la primera mitad del año, el peor resultado desde que declara sus ganancias según las condiciones de los mercados. Palmer defendió que la empresa no necesita ampliar su capital, pero no cerró la puerta a hacerlo si es necesario. "Si sintiéramos que necesitamos más dinero, iríamos a los mercados de deuda para ampliar más deuda", explicó en declaraciones recogidas por la agencia Bloomberg.

No obstante, la compañía espera no tener que hacerlo y todas sus opciones para que eso no ocurra dependen del DBX. En un mercado de lujo bastante competido, Aston Martin se encuentra en una situación complicada por culpa del Brexit, hecho que también ha salpicado a Bentley y a Rolls-Royce, ya que una salida sin acuerdo de Europa podría afectar seriamente a su producción. 

Si se cumplen sus expectativas, el DBX supondrá prácticamente doblar sus ventas y ganar mucho más dinero. Aun así, la competencia en este segmento también es feroz. Aston Martin quiere que la llegada de su SUV tenga el mismo impacto que en marcas como Lamborghini, que ha visto como el Urus ha ocupado más de la mitad de sus ventas; como en Bentley, que se ha beneficiado del Bentayga para recuperar su estabilidad y doblar su producción; o como en Porsche, que posee entre sus filas el superventas Macan y el todopoderoso Cayenne, también sus vehículos más vendidos. De hecho, hasta Ferrari tiene previsto, en 2022, lanzar un crossover, el Purosangue, como culminación de un plan de producto encarado a doblar sus beneficios.

Aston Martin se prepara para la llegada del DBX, un momento que servirá como punto de inflexión para la marca en el que espera mejorar sus cifras de ventas y de ganancias para recuperar inversores y volver a subir en bolsa tras 10 meses seguidos de caída. Con todo, Palmer asegura que la bolsa no impedirá que cumplan su plan de lanzar siete nuevos coches, uno al año, desde 2016.