BMW ART CARS La otra cara del automóvil

Lienzos sobre ruedas

BMW conmemora los 40 años de la aparición, en las 24 Horas de Le Mans de 1975, del primero de sus denominados Art Cars, extraordinarios coches de carreras en cuyas carrocerías dejaron su huella renombrados artistas.

Lienzos sobre ruedas_MEDIA_2

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JOSEP CASANOVAS / Barcelona

El público que en 1975 acudió a las 24 Horas de Le Mans tuvo el privilegio de ver en acción el primer coche conceptuado como un Art Car. El artífice de esta colección que en la actualidad componen 16 vehículos fue Hervé Poulain, subastador de obras de arte y piloto amateur, que cuando hizo realidad su sueño de correr en Le Mans y quizá pensando que el resultado que lograra no sería lo suficientemente atractivo, quiso dar a su participación un fuerte impacto mediático y al mismo tiempo que el público gozara con la imagen de lo que se podría interpretar como un lienzo lanzado a toda velocidad.

GRANDES CREADORES Para ello encomendó a Alexander Calder la decoración del BMW 3.0 CSL que durante la carrera compartiría con Sam Posey y Jean Guichet. A través de Jean Todt (en aquella época en nómina de la marca alemana como copiloto de Achim Warmbold) expuso su idea a Jochen Neerpasch, director de competición de BMW, que se mostró encantado de que uno de sus vehículos fuera el elegido. La presencia en carrera de aquel coche no fue más allá de las ocho horas, pero el camino ya estaba trazado y al año siguiente un 3.0 CSL, pilotado por Brian Redman y Peter Gregg, exhibió durante tres horas, hasta su abandono, la decoración que imitaba el papel milimetrado, concebida por Frank Stella. Por fin, en 1977 un Art Car de BMW cruzó la línea de meta de las 24 Horas, logrando Poulain y Marcel Mignot la novena posición al volante del 320i que Roy Lichtenstein decoró inspirándose en un amanecer en Le Mans.

Andy Warhol, icono del pop-art, fue el elegido para decorar, en 1979, el que sería el cuarto Art Car de BMW y el que, a la postre, mejor resultado lograría en las 24 Horas de Le Mans, sexto absoluto con Poulain y Mignot asociados esta vez a Manfred Winkelhock. Pero, como todos los genios, Warhol tenía su carácter y rehusó el método de sus antecesores: pintar maquetas a escala y confiar a los pintores de la marca la aplicación de la decoración definitiva a los coches. Es más, se comenta que fastidiado al ver que sus propuestas no eran aceptadas, se presentó en la sede de BMW y a brochazo limpio y en menos de media hora dejó listo aquel precioso M1 diseñado por Giugiaro. El proceso fue tan rápido que Warhol dio por concluida su obra casi al mismo tiempo que el equipo de filmación contratado por BMW estuvo a punto para dejar constancia del acto. La decoración debió ser restaurada posteriormente, ya que durante la carrera la pintura del spoiler delantero y pasos de ruedas fue desapareciendo gradualmente.

EL REGRESO Warhol puso punto final a la primera época de la BMW Art Cars Collection, la cual se incrementó con las obras de otros reconocidos artistas sobre coches estáticos. El retorno a los orígenes llegó en 1999, cuando Jenny Holzer inscribió distintas frases con mensajes contundentes sobre la blanca carrocería de un prototipo LMR V12 que no llegó a disputar la carrera que, precisamente, ganó un coche exactamente igual pero con decoración más convencional.

El último Art Car visto hasta ahora en competición ha sido el M3 GT2 que Andy Priaulx, Dirk Müller y Dirk Werner pilotaron en Le Mans el año 2010. A diferencia de sus predecesores, Jeff Koons, su autor, diseñó la decoración por ordenador y en lugar de plasmarla con pintura sobre la carrocería recurrió a la impresión digital en vinilo.