Sir Hamilton de Silverstone gana a tres ruedas

Así acabó el coche de Hamilton.

Así acabó el coche de Hamilton. / AFP

Arnau Montserrat

¿Habían visto alguna vez entrar el ganador con una rueda pinchada? Pasó en Silverstone 2020. El drama se apoderó de las últimas vueltas del Gran Premio de Gran Bretaña con múltiples pinchazos que afectaron primero a Bottas y posteriormente a un Lewis Hamilton que aguantó la primera plaza como pudo. Es el 'King' de Silverstone. Séptima victoria en casa.

Si la esperanza para los aficionados se llamaba Verstappen, ya en la salida tiró la toalla. El de Red Bull estuvo más pendiente de no perder la tercera plaza con Charles Leclerc que de atacar a los Mercedes. Hamilton no salió a las mil maravillas pero Bottas tampoco arriesgó en los primeros metros.

Pero para salida la de Carlos Sainz. El madrileño volvió a levantar la mano como uno de los mejores en el inicio del Gran Premio. Primero cayó Stroll y posteriormente Lando Norris con un exterior al alcance de muy pocos pilotos. Una obra de arte que lo situaba quinto a la estela del Ferrari de Leclerc.

Todo se revolucionó a partir de la primera vuelta. Albon firmó algo más de medio finiquito al tocarse con Magnussen y enviarlo a la cuneta. El de Red Bull recibió una penalización de cinco segundos y acumuló otro error a su larga lista desde que ascendió a la escudería de la bebida energética.

Pero la que cambió y ayudó a un baile de posiciones fue el accidente de Kvyat. Justo en la entrada de las enlazadas perdió el coche y se comió el muro en un accidente que dejó helado a más de uno. Bajó por su propio pie para alivio de todos. El incidente obligó a adelantar todas las paradas para montar el duro e intentar llegar hasta el final de carrera. Nadie se esperaba que eso iba a ser más diícil de lo esperado.

Sufrió Sainz tras el reinicio con los ataques de Ricciardo y Norris pero el madrileño supo aguantar el tipo. Por delante, Hamilton gestionaba a su gusto la carrera. Si Bottas intentaba acercarse más de lo permitido, hachazo, vuelta rápida y a por otra cosa. Estaba tan aburrido Verstappen en la tercera plaza que incluso bromeaba con su ingenier: "Recuerda beber agua, eh", le decía el neerlandés a su ingeniero. Rodaba solo, a ocho segundos de Bottas y 17 por encima de Leclerc.

Lo único que podía frenar a las flechas negras era el 'blistering' que se empezó a formar en sus neumáticos duros. Las vibraciones preocupaban sobre todo en el monoplaza de Bottas que tenía que cuidar y mucho las ruedas. Lo que nadie esperaba era lo que ocurrió en la última vuelta y media.

Primero pinchó Bottas que perdió la segunda plaza. Entonces Verstappen entró para realizar la vuelta rápida de carrera con el segundo lugar asegurado. Lo que no esperaban en Red Bull era un pinchazo de Hamilton. El inglés rebentó rueda cuando le quedaba media vuelta y terminó a tres ruedas.

Verstappen voló para ganar pero no llegó a tiempo. La suerte del campeón volvió a caer de la parte de Lewis. De Sir Lewis VII de Silverstone. A todo esto, Sainz también pinchó. El madrileño, que era cuarto, perdió otro saco de puntos. Una pena.