Demasiados problemas para el campeón

La nueva era de la Fórmula 1 ha adquirido un intenso color rojo después de las tres primeras carreras. Ferrari y Charles Leclerc dominan la situación y se han convertido en absoluta referencia. Por el contrario al piloto que luce el número 1 de campeón en su monoplaza, Max Verstappen, se le acumulan los problemas y pese a su incuestionable talento, este año se ha encontrado con un coche ‘rebelde’, que le ha dejado en la estacada en dos de los tres grandes premios disputados, Bahrein y Australia. En Arabia, el Red Bull no falló y ‘Mad’ Max cumplió, sumando los únicos 25 puntos que aparecen en su casillero y que le sitúan, de momento, a 46 puntos del líder Leclerc.

No es un margen definitivo teniendo en cuenta que quedan 19 carreras por delante (que podrían ser 20 a la espera de un recambio para el GP de Rusia), pero es evidente que si Verstappen quiere mantenerse en el pulso por el Mundial 2022, Red Bull deberá emplear mucho tiempo y dinero para revertir la situación, especialmente en cuanto a la fiabilidad, aunque no es el único problema del RB18, que en Albert Park sorprendió también con una altísima degradación de neumáticos.

"Será una temporada larga, pero a este ritmo necesito 45 carreras. Estoy tan lejos en el campeonato…” , soltó Max tras su decepcionante KO en Australia. Esbozó una media sonrisa, intentando restar trascendencia a sus palabras, pero su enfado era evidente: “¿El título? De momento no pienso en eso. Necesitamos soluciones y acabar carreras”.

"Antes del abandono ya se ha visto que no estamos ahí, iba segundo, pero con tanta degradación no tenía sentido presionar a Leclerc. Para para luchar por el título tienes que adelantar a Ferrari y son mejores que nosotros en muchas cosas. Necesitamos ser más rápidos que ellos, que no lo somos, y necesitamos ser fiables, que no lo somos. Es bastante frustrante e inaceptable. Hay mucho que mejorar", zanjó Verstappen.

Peso, graining, fiabilidad...

Helmut Marko, asesor de Red Bull y mano derecha del propietario del equipo, Dietrich Mateschitz, intentó calmar a su protegido: "Hubo una época en la que estábamos a 60 puntos del liderato con Vettel y aún así nos convertimos en campeones", recuerda. Diga lo que diga, lo cierto es que dos ceros en tres carreras se pagan tan caro que incluso Mercedes, en su peor crisis en años, supera a Red Bull en el campeonato de equipos.

"Todos estábamos desesperados con las gomas amarillas (el compuesto medio). Tuvimos mucho graining, tal vez los que más. El neumático duro parecía ir un poco mejor, pero Ferrari estaba en otra categoría. Solo cabe felicitarles por ello", asumió Marko a la televisión austriaca Servus TV, destacando aún un tercer hándicap de su monoplaza: “Somos claramente más pesados que el Ferrari. Creo que tenemos una desventaja de aproximadamente unos diez kilos, que convertido en tiempo por vuelta, equivale a unas tres décimas. Pero reducir el peso es una cuestión financiera y de fiabilidad. Así que se trata de alcanzar el equilibrio”.

La próxima carrera, el GP de Emilia Romagna (24 abril), se celebrará en un escenario (Imola) que sobre el papel favorece aún más a Ferrari, si bien aquí ganó Verstappen hace un año. Red Bull presentará un paquete de mejoras que espera que ayude a su campeón: "Si funciona tan bien como las primeras actualizaciones y podemos reducir el peso, ese paquete podría ponernos a la altura de Ferrari. Pero aún más importante es que resolvamos los problemas de fiabilidad. Puedes tener un coche rápido, pero si no llegas a la meta, no sirve de nada", avisa Marko, poniendo el acento en los motores Honda. Y es que entre los dos monoplazas de Red Bull y los dos su equipo filial Alpha Tauri suman cinco abandonos en tres grandes premios, un 41% del total de participaciones.