Presión por el 2020

Aficionados en el Circuit

Aficionados en el Circuit de Barcelona / DAVID RAMÍREZ

Josep Viaplana

Josep Viaplana

El Circuit de Barcelona se apresta a vivir un fin de semana intenso, en el que la pasión del 49º GP de España de Fórmula 1 se alterna con la incertidumbre de lo que ocurrirá más allá de esta edición. La batalla entre Mercedes y Ferrari, la pelea también entre Bottas y Hamilton y la de Leclerc con Vettel, contrasta con el futuro de un evento que lleva 29 años ininterrumpidos.

Es un tema que va de boca en boca y el aspecto deportivo ha quedado en segundo término. Los pilotos, que solo piensan en su rendimiento sobre el asfalto, se han posicionado todos favorablemente sobre la continuidad del GP de España en el Circuit. Pero la continuidad no depende de si les gusta el circuito, la ciudad o el país... seguir va en función que fructifiquen las negociaciones que se mantienen con Liberty Media y hoy, sinceramente, no podemos ser muy optimistas porque las diferencias son importantes.

Zandvoort, en Holanda, presentará en días su carrera para el 2020, probablemente la primera europea. Ello, sin embargo, no conlleva el adiós de Barcelona, que podría cambiar de fecha si fuese necesario. Hace dos semanas escribí que la F1 estaba presionando y lo sigue haciendo en su máxima expresión. El problema es que pocos se ‘mojan’ en favor de la continuidad de una cita que no echaremos en falta hasta que ya no la tengamos.

Recuperarla será (casi) imposible. El GP de España genera un impacto económico que se cifra en alrededor de 180 millones en el área de Barcelona, incluyendo unos 40 de IVA, que no se recaudarán si la cita pasa a mayor vida. Falta una apuesta más firme, que se entiende como desavenencias políticas en el seno del Govern, pero también mayor compromiso en el mundo que se beneficia de la organización de esta carrera, tanto del ámbito turístico como social.