Mercedes, el campeón en crisis

Después de ejercer una absoluta hegemonía en la anterior era híbrida, Mercedes busca soluciones de urgencia para remontar su pésimo estreno de temporada, marcado por las nuevas reglas de la F1 y que han dejado claramente en ‘fuera de juego’ al equipo campeón de los últimos ocho años.

Si en la cita inaugural de Bahrein, Hamilton pudo ‘maquillar’ la crisis subiendo al podio (3º) tras el doble abandono de los Red Bull, en Arabia el heptacampeón protagonizó una de sus peores sesiones de clasificación. Cayó eliminado en Q1, algo que no ocurría desde Brasil 2017. El británico terminó 16º, pero salió 15º en parrilla por la baja Mick Schumacher. Y pese a su intento de remontada, terminó décimo en carrera.

"¿Dan puntos por el décimo? preguntó por radio Lewis, poco acostumbrado a ocupar esa posición. "Si, un punto, es P10. Lo siento por ello. Una mierda de resultado teniendo en cuenta todo el trabajo duro", le respondió Bono, su ingeniero. El británico acabó hundido y explicó que "no podía ni seguir el ritmo de los Haas".

Buscando respuestas

Ferrari ha confirmado el enorme salto cualitativo que ya anticipó el F1-75 en pretemporada, mientras que Red Bull también va un paso por delante, después de solventar sus problemas de fiabilidad. Mientras tanto, en Mercedes siguen buscando respuestas a los problemas de su nuevo W13.

"Tuvimos una racha realmente buena en la que fuimos fuertes durante ocho años. Ahora, me da la sensación de que estamos un poco como en 2013, cuando no alcanzábamos al nivel de Red Bull y probablemente tampoco de Ferrari. Pero seguimos luchando y así es como me siento en este momento", valora Toto Wolff, jefe y copropietario de la escudería.

"Es totalmente inaceptable nuestra situación actual en términos de rendimiento. Somos terceros y simplemente no es una opción quedarnos donde estamos", admite uno de los personajes más singulares del paddock. Con Toto no hay término medio, le odias o le amas. Y a estas alturas, sus detractores consideran que los malos resultados le ayudarán a ‘bajar los humos’.

El ‘porpoising’ que tanto está afectado a los nuevos coches con ‘efecto suelo’ sigue siendo el mayor hándicap de Mercedes, aunque no es su único problema. Las ‘flechas plateadas’ tienen aún exceso de peso y un alerón trasero que no rinde según lo planeado.

"Este coche es muy difícil de configurar. Se vio claramente con la actuación de Lewis y George Russell, uno en Q1 y el otro en Q3. Hay muchas partes del monoplaza que no funcionan, que no entendemos, que no rinden lo suficiente. Y hay que luchar porque no es aquí dónde queremos estar”, advierte Wolff.