Los pecados capitales de Vettel y Ferrari

Espectacular momento de la salida del GP de Rusia

Espectacular momento de la salida del GP de Rusia / AFP

Josep Viaplana

Josep Viaplana

Cincuenta puntos separan a Sebastian Vettel de Lewis Hamilton cuando el campeonato afronta su recta final. Las expectativas de título se han esfumado. No solo las diferencias son ya demasiado grandes sino que las evidencias les han hecho despertar del sueño. Como ya ocurrió en 2017, la Scuderia se ha apagado después del paréntesis estival y las cinco victorias en los últimos seis grandes premios de Hamilton así lo atesoran.

Ni Vettel pudo con Hamilton ni Raikkonen con Bottas en Sochi, pero especialmente fue Ferrari quien no pudo con Mercedes, que jugó como un equipo compensado, unido y determinado. Ahí están las diferencias. Mientras la Scuderia ha visto como su monoplaza perdía prestaciones de forma alarmante en las últimas carreras, los de Barkley tienen ahora el coche más fuerte del año, recobrando toda la competitividad.

La victoria de Hamilton, envuelta en una cierta polémica por las órdenes de equipo, no fue la más bonita del año para el inglés, pero quizá sí la más importante después de que Ferrari y Vettel creyeran en el título durante gran parte del año. El camino hacia el quinto título del inglés se ha allanado. Solo el potencial que atesora Charles Leclerc permite a los de Maranello ver el futuro hoy con cierto optimismo. El presente, lamentablemente, como en los últimos diez años, es demasiado negro.

Los lamentos de Ferrari

En Ferrari se lamentan, principalmente, de tres cosas. La primera, la pérdida de rendimiento del SF71H en las últimas carreras con respecto al Mercedes. La segunda, que como en años anteriores compiten con un solo piloto. Kimi Raikkonen, salvo actuaciones esporádicas, está perdido y no aporta ni los puntos ni la competitividad que sí aporta Valtteri Bottas a Mercedes y Hamilton. La tercera, las oportunidades fallidas. En el camino se han dejado más de los 50 puntos que ahora dispone Lewis.

Esta temporada Ferrari se ha encontrado en una situación con la que habían soñado muchas veces, pero no han sabido sacar provecho de la misma. Los de Maranello han contado, durante gran parte de la temporada, por primera vez en muchos años, con el mejor monoplaza de la parrilla, el más rápido y equilibrado, pero por error de los pilotos, cuestiones de fiabilidad mecánica, gestión de carrera o estrategia no concretaron la ventaja en puntos.

En este instante es cuando surgen unos números que hacen que los tifosi se echen las manos a la cabeza. Mientras Hamilton solo ha dejado de sumar puntos en Austria por un problema de fiabilidad en su unidad de potencia, Vettel ha cometido fallos en Bakú, Paul Ricard, Red Bull Ring, Hockenheim y Monza, errores de conducción que pueden haberle costado más de esos 50 puntos.

En Baku perdió y quedó fuera del podio una carrera que lideraba cuando salió el coche de seguridad. En Paul Ricard se tocó con Bottas en la primera curva, acabando quinto una carrera que tenía que haber ganado. En Austria se salvó por los problemas de los Mercedes, pero durante la crono fue sancionado con tres posiciones en la parrilla por obstaculizar a Carlos Sainz. En Hockenheim se estrelló contra las barreras cuando era primero y había empezado a llover. Y, finalmente, en Monza se tocó con Lewis Hamilton cuando luchaba por la segunda plaza. Demasiados regalos.

No tiran la toalla

No tira la toalla. Sebastian Vettel aún cree en el milagro, como ya sucedió en 2010 cuando contra todo pronóstico ganó en Abu Dhabi su primer título. “Tenemos aún nuestras opciones. Obviamente tienes menos opciones si acabas detrás, pero quién sabe”, explicaba el alemán en Sochi, añadiendo que “se necesita un abandono y, de repente, todo parecería diferente. Y ojalá dos. No le deseo nada malo a Lewis, pero nunca se sabe lo que puede pasar".

Lo que sí tiene claro Vettel es que, en las próximas carreras, “necesitamos estar a nuestra mejor versión, algo que tal vez no hemos hecho completamente este fin de semana y asegurarnos de que desde donde estamos ahora nos centramos en ganar las últimas carreras”.