FÓRMULA 1

Las dudas de futuro de Alonso

Diez claves para entender la temporada de fernando y lo que le aguarda en 2018.

Después de tres años de sinsabores, Alonso inicia una nueva etapa, que espera fructífera

Después de tres años de sinsabores, Alonso inicia una nueva etapa, que espera fructífera / AFP

Josep Viaplana

Josep Viaplana

El Mundial de F1 echó el cierre el pasado domingo en Abu Dhabi y para Fernando Alonso significó el adiós a tres años de sufrimientos y frustraciones, en los que no ha podido luchar nunca por el podio.

El asturiano prueba mañana en Yas Marina los neumáticos del 2018 con la esperanza puesta en la nueva asociación entre McLaren y Renault. En el cambio en la unidad de potencia se basa el optimismo en un futuro en el que, además de la Fórmula 1, contempla su presencia en otras disciplinas como la Indycar o la Resistencia.

Ha llegado el momento de pasar revista a estos tres años, pero también a cómo se llegó hasta aquí y qué puede deparar el futuro. Fernando Alonso asegura que el McLaren-Renault será un coche ganador, pero por el camino hay muchas incógnitas por despejar.

La salida de Ferrari

La degradación de las relaciones personales entre el piloto y algún miembro del staff de la Scuderia provocaron el tempranero adiós de Alonso a finales del 2014. El bagaje de tres subcampeonatos y dos títulos perdidos en la última carrera, no fueron suficientes para convencer a un piloto que no se sintió valorado en Maranello y que se fue a McLaren seguro que ahí tendría mayores posibilidades tras la asociación de los de Woking con Honda.

Tres años con Honda

Estos tres últimos años han sido un auténtico calvario para Fernando, que no ha tenido nunca un coche competitivo y, sobre todo, los problemas de fiabilidad de la unidad de potencia han provocado numerosos abandonos y múltiples penalizaciones en la parrilla, que han rozado el ridículo. Los pésimos resultados han tensionado las relaciones entre McLaren y Honda, provocando una ruptura que era un secreto a voces.

Sentirse cómodo

Uno de los factores determinantes por el que Alonso ha aguantado estoicamente estos tres años de reiterativas frustraciones ha sido que en Woking se ha sentido muy cómodo, entablando una excelente relación con Eric Bouiller y, con el cambio de Ron Dennis por Zak Brown, una amistad con el americano que le ha llevado a emprender nuevos proyectos que le han supuesto aire fresco en momentos en los que se estaba ahogando. 

Evolución y fiabilidad

Fernando ha acabado la temporada 2017 sumando puntos en tres carreras consecutivas, sin duda, toda una gesta que no conseguía desde que corría con la escudería Ferrari en 2014. Honda no entendió la complejidad de los motores híbridos de la F1 moderna y, después de dos años, decidió cambiar otra vez la configuración de su unidad de potencia. Esta temporada han arrancado otra vez completamente de cero y la evolución ha sido constante a lo largo de la temporada, pero ha sido muy difícil compaginar prestaciones con fiabilidad.

Chasis competitivo

La primera base en la que se asentan las esperanzas de futuro de Alonso se centra en el chasis del McLaren, que él mismo ha definido en más de una ocasión como el mejor de la parrilla. En los circuitos en los que el rendimiento del motor queda en segundo término es donde más ha destacado el bólido. Ausente en Mónaco al coincidir con las 500 Millas, en Hungría, el segundo trazado más lento del año, fue sexto, su mejor resultado de la temporada.

El cambio a Renault

McLaren ha cambiado la unidad de potencia de Honda por la de Renault y Fernando Alonso no ha firmado la renovación hasta que ha tenido un mínimo de garantías de que el proyecto no solo es viable, sino también fiable y competitivo. El asturiano, que fue campeón del mundo con la marca francesa en 2005 y 2006, tiene buenos contactos en Renault y el optimismo que desprende hace que el proyecto tenga una mayor credibilidad.

Las incógnitas del futuro

Renault ha aceptado una patata caliente al cambiar Toro Rosso, que equipará a su vez los motores Honda, por McLaren. El fabricante francés, cuya unidad de potencia no está todavía a la altura de Mercedes o Ferrari pese a que han ganado tres carreras (2 Verstappen y 1 Ricciardo), deberá suministrar motores a tres equipos que van a aspirar a pelear, como mínimo, para entrar en el podio. Por otro lado, la fiabilidad de sus motores ha quedado en entredicho después de las múltiples averías que han sumado este año Red Bull, Renault y Toro Rosso, las cuales les ha costado muchos abandonos. 

Imagen impecable

Fernando Alonso sigue siendo una de las grandes estrellas de la Fórmula 1, uno de sus iconos mediáticos. La escasez de resultados de estos tres últimos años no han hecho mella en su cartel. El paddock siente su frustración porque saben la importancia de que el asturiano esté luchando por el Mundial, sobre todo para las audiencias. Y McLaren se ha puesto en sus manos y en el de su talento para superar la dramática situación actual, recabando ayuda a Liberty Media para convencer al de Oviedo a quedarse. 

Indianápolis

En este difícil 2017 Fernando Alonso ha podido descubrir una de las pruebas míticas del automovilismo mundial, las 500 Millas de Indianápolis, englobado de la mano de McLaren en el equipo Andretti Autosport. Enamorado del país del Tío Sam, el asturiano demostró su talento con una rápida adaptación a un coche muy diferente a un F-1 y en un óvalo para luchar hasta las últimas vueltas –rompió el motor- por la victoria.

24 Horas de Le Mans

Después de probarse en Indianápolis, Alonso emprenderá el 2018 con nuevos desafíos al margen de la Fórmula 1, que es su primera prioridad. En sus planes, correrá las 24 Horas de Daytona en enero con un Ligier del equipo de Zak Brown, coche que ya pudo probar en Aragón, mientras que está a la espera de la decisión final de Toyota para correr algunas pruebas del WEC y las 24 Horas de Le Mans. Ya ha probado recientemente el coche en un test en Bahrein y, cómo no, sorprendió a todos por su velocidad y rápida adaptación.