Las claves del Gran Premio de Japón de Fórmula 1

Lewis Hamilton ganó en Japón

Lewis Hamilton ganó en Japón / AFP

Josep Viaplana

Josep Viaplana

El Gran Premio de Japón de Fórmula 1 ha dejado practicamente sentenciado el Mundial a favor del piloto británico Lewis Hamilton, que tiene a tocar su quinto título de campeón del mundo, mientras que en Ferrari siguen sumando errores. Estas han sido las tres claves del Gran Premio de Japón de Fórmula 1.

1. Lewis Hamilton marca las diferencias

Lewis Hamilton tiene el quinto título mundial a tocar. El inglés gozará la próxima semana en Estados Unidos de su primer ‘match-ball’ para cerrar un campeonato que se le ha puesto muy bien después de ganar seis de las últimas siete carreras y con el camino allanado por los errores de Vettel y Ferrari. Hamilton sumó en Suzuka su novena victoria de la temporada, la 71ª de su carrera deportiva, un triunfo que le ha dejado al frente del campeonato con 67 puntos de ventaja cuando restan cuatro grandes premios por delante, es decir, con 100 puntos en juego.

Lewis será campeón en Austin con sumar 8 puntos, independientemente del resultado de Vettel. Con esta premisa, el campeonato está visto para sentencia. Hamilton dominó a placer una carrera en la que Mercedes sumó el cuarto doblete del año, el segundo consecutivo, y en la que refrendó la superioridad total después del paréntesis estival. El balance de Lewis, en los últimos ocho grandes premios, es brutal. Ha ganado seis carreras y en las dos restantes ha sido segundo. Como cada año, cuando llega el momento de la verdad, marca las diferencias. Saca a relucir su carácter, casta y talento. Es único e inigualable.

2. El calvario de Alonso en su adiós a la F1

El adiós de Fernando Alonso de la F1 se está convirtiendo en un calvario. McLaren tocó fondo en Suzuka, con sus dos coches en las últimas posiciones en la calificación y pasando absolutamente desapercibidos en carrera. Después de cuatro años, tres con motor Honda y el actual con Renault, se ha evidenciado que el proyecto ha ido a menos y que el problema no es el motor sino que solo es uno de ellos, probablemente tan importante como la gestión o la aerodinámica.

Alonso empezó el año con un esperanzador quinto en Australia y con un panorama ilusionante con el cambio de unidad de potencia. Un espejismo. La realidad es que este McLaren ha sido, probablemente, el peor coche en sus cuatro años, salvo en cuanto a fiabilidad. La única evolución importante llegó en Barcelona. A partir de ahí, se estancaron. En carrera mejoraron, pero ello no puede maquillar un desastre que preocupa, especialmente, porque es el destino de Sainz los dos próximos años.

3. En Ferrari se hacen el harakiri

Ferrari tiró la carrera en calificación, condenando a Sebastian Vettel a la novena plaza de la parrilla por un error táctico. Los estrategas de Maranello midieron mal el estado de la pista en la Q3, después de que hubiera empezado a llover, y calzaron sus dos coches con gomas intermedias cuando el asfalto estaba para slicks.

Con esta disyuntiva, estaba obligado a remontar. Después de una gran salida, ganando cuatro posiciones en las dos primeras vueltas, vio como su cabalgata se estrellaba con el muro de Verstappen. Sebastian, muy agresivo, le metió el coche a Max en Spun en la octava vuelta. Se tocaron y mientras el holandés pudo seguir con normalidad él hizo un trompo y cayó a la última posición. Empezó otra remontada, pasando del 19º al 6º, pero claramente insuficiente a lo que necesitaba. Error de uno o de otro. Yo  creo que Verstappen se podía haber ahorrado la maniobra, pero los comisarios entendieron que fue un lance de carrera. Es lo de menos. El campeonato ya estaba decidido.

Vettel, al igual que ocurrió el año pasado, se ha deshinchado. El piloto y también su coche, que ha perdido el perfil dominante, están desorientados y han allanado el camino de Lewis. Los errores se multiplican, de todo tipo e índole, y a Hamilton no se le puede dar ventaja.