Las claves del GP de Bélgica de Fórmula 1

Leclerc le dedicó el triunfo a su amigo Anthoine Hubert

Leclerc le dedicó el triunfo a su amigo Anthoine Hubert / Ferrari Media

Josep Viaplana

Josep Viaplana

Charles Leclerc logró en Bélgica su primera victoria en la Fórmula 1 y la primera de Ferrari desde que Kimi Raikkonen se impusiera el año pasado en Estados Unidos. El monegasco, que salió desde la pole position, se impuso tras un emocionante final a Lewis Hamilton.

Hamilton, pese a terminar segundo, amplió su ventaja al frente del campeonato a los 65 puntos con respecto a Bottas, que fue tercero. No obstante, la noticia del fin de semana en el mundo del automovilismo fue la muerte en un escalofriante accidente del francés Anthoine Hubert, de 22 años, al estrellarse contra las barreras y ser embestido por otro monoplaza.

1.- Una victoria que hace justicia

Charles Leclerc aguantó como un veterano el ataque final de Lewis Hamilton para rubricar su primera victoria en la Fórmula 1. El monegasco, amigo de Anthoine Hubert, con el que debutó en el mismo día en monoplazas, le ofreció el mejor tributo, un recuerdo que nunca podrá olvidar. Tuvo que esperar trece grandes premios para conseguir un triunfo que ya se veía venir desde su debut a los mandos de un bólido de Maranello y que ya había estado muy cerca de conseguir en dos ocasiones esta temporada (Bahrein y Austria) y haberla perdido de maneras dramáticas.

La superioridad de Leclerc en el siempre espectacular y exigente circuito de Spa fue total, del mismo modo que el Ferrari estuvo un paso por delante que Mercedes, sobre todo en entrenamientos. Dominaron todos los entrenamientos y tandas de calificación gracias a una mayor velocidad punta que se hacia de especial manifiesto entre la primera curva y la frenada de Les Combes, una porción de 30 segundos que se negocia a fondo y ahí el motor de la Scuderia marcaba las diferencias. En carrera todo estuvo más ajustado porque este Mercedes conserva mejor los neumáticos.

2.- Vettel, el mejor aliado

En el triunfo de Charles Leclerc, el primero de la temporada de Ferrari, fue determinante la actuación de Sebastian Vettel. El alemán, que acabó fuera del podio, tuvo una destacada actuación y sus maniobras facilitaron el triunfo del piloto monegasco. En la salida recuperó posición con Hamilton en la tercera curva después de que el inglés le pasara en la arrancada, manteniéndose a la estela de Leclerc y evitando un ataque al líder.

Adelantar seis vueltas el pitstop le dejó en inferioridad con respecto a sus rivales y, pese a que lideró la prueba durante algunas vueltas, acató sin rechistar las órdenes de equipo cuando se le acercó Charles y, por el contrario, se empleó a fondo para mantener detrás a un desmelenado Hamilton, conteniéndole durante un par de vueltas y haciéndole perder unos segundos que fueron determinantes al final.

3.- Un deporte de alto riesgo

La muerte de Anthoine Hubert en la carrera de F2 del sábado, víctima de un accidente escalofriante en el que se vieron involucrados cuatro pilotos, ha reabierto el debate de la peligrosidad de los deportes del motor, un hecho que es sabido por todos pero cuando ocurren este tipo de desgracias hace que se enciendan todas las alarmas. La seguridad de los coches ha mejorado mucho los últimos años, indiscutiblemente, al igual que la de los circuitos, pero hay circunstancias imprevisibles que cuando se juntan se convierten en trágicas. Esto es lo que ocurrió el sábado cuando Hubert fue embestido por el coche de Correa cuando cruzaba la pista, fuera de control, de lado a lado y a toda velocidad. El choque fue tan violento que llegó a partir el chasis por la mitad.

El riesgo es inerente a este deporte, aunque cuando se produce una fatalidad siempre es difícil de digerir. El paddock de Spa enmudeció el sábado por la tarde, mucho antes de que se anunciara oficialmente la muerte, y las muestras de dolor fueron evidentes. El último piloto de F1 en perder la vida fue el también francés Jules Bianchi como consecuencia de las heridas sufridas en el GP de Japón del 2014.