Las claves del GP de Australia de F1

La salida fue clave en la victoria de Valtteri Bottas

La salida fue clave en la victoria de Valtteri Bottas / Peter PARKS - AFP

Josep Viaplana

Josep Viaplana

Melbourne dio el pistoletazo de salida a la temporada 2019 de Fórmula 1, como es habitual, y el campeonato arrancó con no pocas sorpresas. Por un lado, la eclosión de Valtteri Bottas, sencillamente magistral, que hizo una carrera perfecta, a lo Hamilton. Por el otro, la debacle de Ferrari. Se esperaba mucho de la Scuderia y a la hora de la verdad el fracaso fue estrepitoso.

Las tres claves para entender mejor qué paso en el GP de Australia:

1.- Mercedes había escondido las cartas

La pretemporada de Mercedes fue gris, aunque fue el que más kilómetros hizo sobre el asfalto de Montmeló. El equipo preparó a escondidas las prestaciones del bólido, rodando siempre con más carga y centrándose en las tandas largas, en cómo conservar los neumáticos que fue su punto débil en 2018. A la hora de la verdad, en Melbourne, exhibición total: Un paso al frente de todos sus adversarios y atesorando una velocidad a una vuelta sin parangón. Hoy, si tuviera que mojarme, tengo claro que la caída del imperio... se retrasa otro año.

Eso sí, estaremos más divertidos. Valtteri Bottas hizo en el Albert Park toda una declaración de intenciones. El finlandés estuvo brillante para anotarse su primera victoria desde el Gran Premio de Abu Dhabi de 2017. Como si fuera el mismísimo Hamilton, rubricó una carrera perfecta, sin cometer ni un error, sólido con el pilotaje y con los tiempos, sin dar opción a la competencia. Su cambio de actitud lo comprobamos también cuando el equipo le pidió que asegurara la mecánica y, por el contrario, fue a por el punto adicional de la vuelta rápida.

2.- Primer podio de Honda desde 2008

Si Max Verstappen no estuviera habría que inventarlo. Dentro de un dominio tan brutal como el que está ejerciendo Mercedes, él es puro aire fresco. Pone el carácter, la emoción y el espectáculo carrera a carrera con su agresividad y ansias de adelantar. El holandés es un piloto genial que este año puede plantarle cara a Hamilton y Bottas en algunos circuitos. Red Bull ha perdido potencial con la marcha de Daniel Ricciardo a Renault porque Pierre Gasly aún está verde, pero ha ganado mucho con su nueva asociación con Honda y los frutos se han visto rápidamente tras un año de rodaje con Toro Rosso. Han dejado en entredicho a McLaren en las primeras de cambio y en su primera carrera le han dado a los japoneses su primer podio en Fórmula 1 desde la carrera de Silverstone del 2008. Esto promete.

3.- A Ferrari y Vettel le sientan mal el jet lag

No sé si en la pretemporada, que ganaron con holgura, se marcaron un farol, pero nadie puede discutir que su debut en Melbourne fue un auténtico desastre, muy lejos de las expectativas. El ritmo que exhibieron en los test de Barcelona desapareció por completo. La mayoría de expertos coincidió en señalar a la Scuderia un paso al frente de sus adversarios y llegaron a Australia con la vitola de favoritos. A la hora de la verdad, sin embargo, estas previsiones han saltado por los aires. Ni a Ferrari ni a Vettel le sentaron bien el jet lag.

Desde el primer entrenamiento vimos que algo no marchaba bien, que se había sido demasiado optimista en los pronósticos. Las dudas del viernes se convirtieron en preocupación el sábado después de que Hamilton les destrozara en calificación y en la carrera se tocó con la cruda realidad. No fue un espejismo y en Melbourne estuvieron muy lejos, demasiado, de los Mercedes y con el staff pidiéndole por radio a Leclerc que no atacara a Vettel. El Albert Park es especial y me quedo con un pequeño margen de duda. Bahrein las disipará todas.